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Gorularien dantzak eta kantuak Bilbon 1887an

2023/08/09 10:20

Espainiako Maria Cristina erreginak 1887ko irailean Bilbora egin zuen bisitaren dela eta antolatu diren ekitaldien artean Durangoko dantzariek emanaldia eskaini dute Abandoko frontoian, tartean gorularien dantza eta kantuak. Garaiko prentsako kronika batzuk:

La Iberia, 1887-09-18

Por el Norte
(...) se presentaron en el frontón catorce aldeanas de Durango y doce aldeanos precedidos de tres gaiteros que vestían pantalón blanco, chaquet negro y boina encarnada. Las muchachas, muy guapas todas ellas, llevaban manteo encarnado, mandil negro y dengue del mismo color. El pelo, partido al medio y recogido en la nuca, les caía al arranque del cuello formando hermosas cascadas de ébano. Los mozos vestían pantalón blanco con un collar de cascabeles en la pantorrílla, chalecos encarnados y boinas de igual color.

Comenzó la danza.  

Era esta llamada segun oi spata dantzari y tenia alguna semejanza con las típicas que oímos no ha mucho en la Exposición filipina. Todo un poema: primero la guerra;  enarbolaban los escudos que llevaban al braío y jugaban con las espadas como peleándose; aparecía de pronto la bandera y todos ante ella se humillaban, ponían las espadas en el suelo y la bandera giraba en graciosos remolinos sobre sus cabezas. Después la paz: las lindísimas muchachas formando semicírculo hacian con copos de lino porción de operaciones, cojerlo, espadarlo, mojarlo, todo, hasta coser, como operación última. Esto iba acompañado de un canto dulcísimo, cuya letra era, al parecer, un himno á la paz y al trabajo. Los muchachos, que habían acabado de guerrear, trabajaban con martillos sobre pesados yunques, acompañando á las lineras. Al final del cuadro un atuxo, como dicen en Gailicia, un rijuju, como lo llaman en ciertos pueblos de Asturias, un sanso, como por aqui es denominado, se dejaba oir.

Los aplausos no cesaron hasta que se retiraron del frontón espataris y lineras, saliendo á la plaza de Abando á repetir sobre un tablado el baile.

 

El Correo Militar, 1887-09-17

Dos filas de niños y niñas de la merindad de Durango entraron bailando hasta situarse frente al palco regio. Para saludar agitaron unas banderas. Los varones llevaban espadas, y las niñas instrumentos para trabajar el lino. Primero hincaron ellos rodilla en tierra, y con la cabeza inclinada y el sable en la mano, prestaron juramento ante la bandera enarbolada en el centro, que se tremolaba «a varias direcciones, para cubrirlos á todos con su sombra. Después empezó la danza ó baile de las espadas, simulando asaltos muy bonitos, al compás de la música y del tamboril. Las niñas, entretanto, presenciaban la danza formando fila á la izquierda  del espectador.  

Las niñas Flora Inurrelo y Petra Uriguen esplicaron en verso vascuence dialogado del presbítero Moguel los procedimientos antiguos para la siembra, las trasformaciones del lino hasta convertirse en tela de vestir.  Inmediatamente bailaron el gorulari, danza-baile de las hilanderas, en que niños y niñas simularon las operaciones de los referidos trabajos, al son de los silbos y tamboriles. Los aplausos fueron estrepitosos.  

El rey niño se alegró mucho con el espectáculo; movía la cabecita, juntaba las manos cómo queriendo aplaudir, y daba muchas risotadas. La concurrencia que lo advirtió, aplaudió también al rey. Las infantas no perdieron un detalle de la fiesta, y daban muestras dé gran contento.  
La reina, oomplacidisima, ha pasado una hermosa tarde.

Durante el trabajo sobre el lino una cómparsa cantó con cadencias admirables y voces armoniosas las dulzuras de la paz, recordando los horrores de la guerra. Son antiguas canciones eúskaras, propias de los pueblos de la merindad duranguesa. El efecto sorprendente, el cuadro hermoso, indescriptible por su hermosa sencillez. En los giros del baile, los dantzaris ó bailarines hicieron prodigios coreográficos no vistos nunca en Madrid.  

Terminó la fiesta con el aurresku, perfectamente bailado. Después de saludar á la reina retiráronse formados en dos filas, previas algunas graciosas evoluciones y dando santzos ó gritos semejantes al aturuxo de Galicia, usados por los primeros cántabros. La multitud prorrumpió en aplausos frenéticos.  

Entre las niñas había algunas hermosísimas con toda la pureza y perfección del tipo vascongado. Acabó el espectáculo en el frontón con otro baile de las espadas por ocho hombres dantzari notabilísimos muy aplaudidos. Llevaban bandas de cascabeles en las pantorrillas. Vestían á la usanza antigua del país.

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