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«Rubia o morena, sigo siendo la misma»

Lucía Lacarra. Bailarina principal del Ballet de la ópera de Múnich

Egilea
Iratxe de Arantzibia
Komunikabidea
Diario Vasco
Mota
Albistea
Data
2007/11/16

Vuelve al escenario en el que tuvo lugar su primera actuación profesional en casa. Pero ni el Victoria Eugenia ni ella son los mismos. La joven rubia de 18 años que formaba parte del Ballet de Víctor Ullate se ha convertido en una de las mejores bailarinas a nivel mundial. Con 32 años, Lucia Lacarra triunfa allá donde va. Su trayectoria ha sido reconocida con los mejores galardones de la danza. Ahora, su casa está en Múnich, donde como Bailarina Principal, continúa bailando con el alma. La artista zumaiarra recuerda sus actuaciones en casa, que han tenido lugar al alimón entre el Victoria Eugenia y el Kursaal.

- La primera vez que actuó profesionalmente en Donostia fue en 1993. Formaba parte del Ballet de Víctor Ullate. ¿Recuerda cómo fue?

- Fue súper emocionante venir a bailar a casa como profesional. Aun así, no me sentía más nerviosa, estaba feliz de bailar para mi familia y amigos, un sentimiento que perdura cada vez que vengo a Donostia. Recuerdo que era un programa en el que yo bailaba Gula-Gula de Eduardo Lao y Arrayan Daraxa de Víctor Ullate.

- Con el Ballet Nacional de Marsella de Roland Petit volvió en 1995. Vino como primera bailarina y obtuvo sus primeras portadas. ¿Notó mucha diferencia?

- La diferencia es que en el Ballet de Víctor Ullate se nos consideraba a todos como a un grupo y no querían que la Prensa se enfocara demasiado en una persona. Luego cuando vine con el Ballet de Marsella, vine ya como primera bailarina y bailando el rol principal de un ballet de dos actos. Y la acogida de la Prensa fue algo increíble para mí.

- Participó en dos galas de estrellas dentro de Quincena Musical, en 1999 y 2001. Era su etapa en el Ballet de San Francisco. ¿Cómo valora la importancia de las galas de estrellas para atraer al público?

- Para mí, fue muy importante poder venir a hacer aquellas galas de estrellas. Sobre todo, porque, en esa época, al estar en San Francisco, era la única oportunidad que tenía para poder venir a bailar a casa, y para que pudieran ver un poco del trabajo que estaba haciendo en los Estados Unidos. Pienso que las galas son muy importantes, ya que, a veces, es muy difícil el poder traer a grandes compañías de danza y de esta forma con una gala el público puede disfrutar de buenos bailarines, que trabajan en diferentes países y compañías y que bailan estilos también diferentes.

- Recién recibido el Premio Nacional de Danza, participó en la gala de aniversario del Estudio de Danza Thalia, a principios de 2006. ¿Por qué cree que fue especial el homenaje a Mentxu Medel?

- Fue muy especial, por un lado, porque Mentxu ha sido para todos los bailarines que hemos salido de su escuela, como una madre artística. No sólo nos enseñó a bailar, sino que nos acompañó en nuestro camino, primero hasta conseguir un contrato y luego con sus consejos y con su apoyo inestimable. Fue muy emocionante poder hacer una gala en su honor. Por otro lado, el hecho de que fuera de carácter benéfico, lo hizo todavía más especial, ya que, por una vez, teníamos la impresión de que íbamos no solo a hacer disfrutar al público presente, pero además ayudar a unos niños de verdad necesitados.

- Nuevamente, actuó con el Asami Maki Ballet en Quincena Musical de 2006 ¿Qué había cambiado entre la chica rubia que debutó con Ullate y la morena Lucia que bailaba al son de Pink Floyd?

- A nivel profesional, la experiencia en mi trabajo y la forma en la que bailo ha cambiado o mejor dicho evolucionado muchísimo. Si no, por el resto, rubia o morena, sigo siendo exactamente la misma persona, y además me gusta cuando la gente que me conoce bien me dice que no he cambiado.

- Ha actuado tres veces en el Victoria Eugenia y tres en el Kursaal. ¿En cuál se siente más cómoda?

- Son diferentes, no se pueden comparar. El Victoria Eugenia tiene el alma de un teatro antiguo por el que han pasado miles de artistas. El Kursaal tiene un espíritu más joven y moderno, con instalaciones adaptadas para que los artistas se sientan a gusto. La verdad, es que disfruto muchísimo bailando en los dos.

- Respecto a su actuación de este sábado en el nuevo Victoria Eugenia, ¿qué piezas va a interpretar? ¿Va a ser especial reencontrarse con su público en el nuevo teatro?

- Va a ser muy especial reencontrarme con el público, pero, sobre todo, reencontrarme con el mismo Victoria Eugenia, que todavía no he visto renovado. Voy a bailar cuatro piezas en la gala. En la primera parte, Adagio for Strings y Light Rain. En la segunda, La Dama de las Camelias y Thais.

«Rubia o morena, sigo siendo la misma»
Lucía Lacarra se ha convertido en una de las grandes del panorama internacional de la danza. [LUIS ÁNGEL GÓMEZ]

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