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Dantza unibertsitatean

2004/09/27 22:09

Goi mailako ikasketak bateratzea dator Europan, eta Espainiako unibertsitateetan dantzaren titulazioa onartua izateko aukera ona dela ikusi du zenbaitek. Dantzaren profesionalen zenbait elkartetatik manifestua bideratu dute.

MANIFIESTO POR LA INCLUSION DE LA DANZA EN LA UNIVERSIDAD

El arte cumple con el deber humano de la búsqueda del conocimiento. “Las obras de los grandes artistas no son un obstáculo para llegar al verdadero conocimiento de la realidad sino que, por el contrario resultan imprescindibles para desarrollarlas cabalmente” (Savater; 1998, 223). Estas palabras de Savater tienen sentido aquí porque exponen de manera muy clara que el Arte no está solamente al servicio del deleite estético, si no que también explora nuevas vías de comprensión de la realidad, y sobre todo, estimula los mecanismos de la comprensión y la razón.

La Ley Orgánica de Universidades, ya desde su exposición de motivos, alude al lugar de privilegio que ocupa la Universidad en el proceso de continua renovación de la sociedad, concretamente en los sectores vinculados al desarrollo cultural, científico y técnico. “La nueva sociedad demanda profesionales con el elevado nivel cultural, científico y técnico que sólo la enseñanza universitaria es capaz de proporcionar”.

El Título preliminar que recoge las funciones de la universidad nos hace referencia de nuevo a la cultura y al arte:

Artículo 1.2 Son funciones de la Universidad al servicio de la sociedad:

La creación, desarrollo, transmisión y crítica de la ciencia, de la técnica y de la cultura.
La preparación para el ejercicio de actividades profesionales que exijan la aplicación de conocimientos y métodos científicos y para la creación artística.
La difusión, la valorización y la transferencia del conocimiento al servicio de la cultura, de la calidad de vida, y del desarrollo económico.
La difusión del conocimiento y la cultura a través de la extensión universitaria y la formación a lo largo de toda la vida.

En el Título VI, acerca de las Enseñanzas y Títulos, vuelve a hacerse alusión a la cultura y el arte:

Artículo 33.1 Las enseñanzas para el ejercicio de profesiones que requieren conocimientos científicos, técnicos o artísticos, y la transmisión de la cultura son misiones esenciales de la Universidad.

En el Título VII que trata de la investigación en la Universidad, asume la investigación artística:

Artículo 39 La investigación, función de la Universidad.

1. La investigación, fundamento de la docencia, medio para el progreso de la comunidad y soporte de la transferencia social del conocimiento, constituye una función esencial de las Universidades.
2. Se reconoce y garantiza la libertad de investigación en el ámbito universitario.
3. La Universidad asume, como uno de sus objetivos esenciales, el desarrollo de la investigación científica, técnica y artística, así como la formación de investigadores, y atenderá tanto a la investigación básica como a la aplicada.

En el Título XIII que habla del espacio europeo de enseñanza superior garantiza la integración del sistema español en el espacio europeo de enseñanza superior. Por lo que debe equipararse en igualdad de oportunidades laborales, de formación y prestigio a nuestros profesionales de la danza, frente a los profesionales de otros países miembros de la Unión Europea con titulaciones universitarias de danza.

Artículo 87 De la integración en el espacio europeo de enseñanza superior.

En el ámbito de sus respectivas competencias el Gobierno, las Comunidades Autónomas y las Universidades adoptarán las medidas necesarias para la plena integración del sistema español en el espacio europeo de enseñanza superior.

El Real Decreto de 4 de mayo (600/1999), homologa todos los títulos de Danza anteriores a la LOGSE a efectos de docencia al Grado Elemental y Medio.

El 13 de febrero de 2004 se publica el Real Decreto (164/2004) por el que se establecen los requisitos para obtener la equivalencia entre los estudios completos de danza anteriores a la LOGSE y los Estudios Superiores de Danza. Todavía no se ha publicado la Orden de Desarrollo correspondiente.

Es fundamental que existan unos estudios superiores que contemplen el carácter pluridisciplinar de la Danza en toda su profundidad, sabiendo como sabemos sus hondas implicaciones humanas, sociales y culturales. No basta con formar profesionales que conozcan bien las diferentes técnicas de Danza y sepan trasmitirlas, es necesario conocer los fundamentos de la Danza comenzando por la aportación de Áreas de Conocimiento afines como son la Historia, la Antropología, la Pedagogía, la Psicología, y la Medicina, entre otras. Es necesario crear un Área de Conocimiento propia donde tengan cabida materias que abarquen todas las ramas posibles de expansión, la Danza como espectáculo, la Danza como práctica de la comunidad, los aspectos administrativos y de gestión, la Danza en relación con la salud, la Danza en la educación, etc.

Se dan muchas razones por las que la Danza debería integrarse en el catálogo de Títulos de la Universidad Española ante la futura convergencia europea entre las que citamos:


Por demanda social

La demanda de alumnado se justifica porque actualmente existen, según un informe del Consejo Escolar del Estado, más de doce mil alumnos oficiales de Danza en las diferentes comunidades autónomas, que garantizarían un elevado número de solicitudes de ingreso en esta nueva licenciatura. Por no mencionar la cantidad de alumnos en escuelas no oficiales. Cierto es que la concepción popular de la cultura como algo accesorio y “gratuito” tiñe a todos y cada uno de los elementos que la configuran, pero el hecho es que nos sorprendería observar, frente a esta opinión generalizada, cuántos chicos / as de las generaciones más jóvenes se entregarían con pasión a este tipo de estudios. Por otra parte, según la LOGSE, para la docencia de los grados elemental y medio de Danza es necesario estar en posesión del título de licenciado o equivalente. No olvidemos que, debido a su carácter interdisciplinario, la licenciatura en Danza permitiría que alumnos de otras facultades pudieran acceder a las asignaturas de Danza como complemento de sus diseños curriculares, y viceversa con los alumnos de Danza.
La etiquetación de que las artes del cuerpo se refieren a un cuerpo físico desligado de su capacidad intelectual es uno de los prejuicios sobre la Danza y es altamente peligroso. Howard Gardner, ya en los años 80 cambió nuestro modo de pensar sobre la inteligencia y consideró a la danza como inteligencia quinestésica, una forma de pensar y una habilidad de solucionar problemas a través del propio control motor. La Danza es la geografía de una inteligencia integral.
El concepto de ser humano dualizado ha cambiado al menos en el espacio científico y notablemente en los últimos años. El concepto de hombre psicosomático ha cedido al termino ecopsicosomático y existen verdaderas innovaciones en este sentido. La visión de un hombre vertical, jerarquizado en sus sistemas, -en el que partiendo de la célula se estructura en tejidos, órganos y aparatos con la preponderancia de un sistema nervioso localizado en todas sus funciones en el cerebro-, da paso a una visión y concepción más horizontal, por la que se comienza a replantear, junto a la unidad de la estructura, la independencia orgánica de cada célula y la localización funcional. Así nace el concepto de inteligencia emocional y el concepto de inteligencia creativa.
Es y ha de ser un camino prolongado aceptar estas nuevas noticias, pero estos avances nos permiten acogernos a la innovación que junto a la concienciación y culturización popular, eliminación de prejuicios y búsqueda de estrategias, permitirán que la Danza contribuya al bienestar social.


Por demanda profesional

Existe una necesidad de dignificar a la profesión, y de reconocer una formación universitaria para los docentes, intérpretes, coreógrafos, gestores, teóricos de la Danza, etc. La apertura de fronteras de la Unión Europea con la consiguiente libre circulación de personas condiciona el acceso a los futuros puestos de trabajo entre los profesionales españoles, que verán mermadas sus posibilidades de contratación frente a licenciados en Danza de otros países europeos.
Una mayoría de profesionales de la Danza se sienten en una situación de precariedad y de agravio comparativo con respecto a otras profesiones. Tanto en sus posibilidades de estudio como en las de su ejercicio profesional y técnico, sus condiciones laborales, su futuro y hasta en los más elementales derechos de los que goza cualquier otro trabajador.
Algunos se ven privados de ampliar sus conocimientos a través de la Formación Profesional y algunos, por no decir todos, no encuentran canales que les posibilite concentrarse en tareas de investigación.
Todo ello en un mundo que cambia rápidamente y donde nacen sin pausa, nuevas profesiones y grandes posibilidades de desarrollo en nuestro entorno.
Por todo lo anterior, es la Universidad una vía básica y exigible para dignificar la profesión y la profesionalidad.


Por reconocimiento social

Por un reconocimiento social de los Títulos de Danza que, en la actualidad, siguen siendo considerados como estudios complementarios.
La aportación de una mayor información a la sociedad sobre estos estudios, superando así el desconocimiento que se tiene sobre los mismos.
Aumentaría considerablemente el prestigio del conjunto de la actividad dancística como consecuencia de su integración en la Universidad: integración universitaria es igual a reconocimiento social.
El contacto del mundo universitario (personal docente e investigador, alumnado, personal de administración y servicios) con los estudios de Danza generaría una corriente de interés y respeto hacia esta actividad.
La presencia de la Danza en la Universidad en el ámbito académico y demás actividades complementarias, contribuiría notablemente al establecimiento de puntos de contacto con el conjunto de la actividad cultural e intelectual de nuestro país.


Por necesidad de prestigio cultural del País

España se sitúa muy por debajo en el ranking de países culturalmente más desarrollados en lo que respecta a la Danza, ya que encontramos muchísimos en los que la Danza tiene el conveniente reconocimiento universitario, tanto en Europa como en América o Australia . Si hacemos un repaso por las enseñanzas que se imparten en la Universidad Española no podemos sino llegar a la conclusión de que la Danza se encuentra muy agraviada comparativamente. Sirva como ejemplo que en algunos lugares del mundo encontramos integradas en la universidad incluso especialidades tan arraigadas en la cultura española como la Cátedra de Flamencología en Japón, que se cita por ser la más llamativa.
Es habitual la coexistencia de dichas universidades con escuelas o conservatorios superiores de alta calidad que por su reconocido prestigio internacional nutren de profesionales altamente cualificados a diferentes formaciones artísticas. Además, como dice Elisa Roche, catedrática de Pedagogía Musical, “resulta clamoroso el desajuste entre nuestro sistema educativo y la realidad europea: desde Helsinki hasta Viena no hay conservatorio superior de música que no esté imbricado en la estructura y régimen jurídico de la Universidad o de la enseñaza superior” .
La primera iniciativa de un título propio universitario de danza en nuestro país, fue en 1993 en la Universidad Complutense de Madrid, a través de la Cátedra “Alicia Alonso”.Hoy por hoy, las Universidades que ofrecen títulos propios y cursos de postgrado son Juan Carlos I de Madrid, Alicante, Miguel Hernández, La Coruña, y Autónoma de Barcelona, y paulatinamente, cada vez más Universidades muestran interés en incluir la danza entre sus titulaciones como, La Laguna, Sevilla, Alcalá de Henares, Central de Barcelona, Vigo, País Vasco, Extremadura.


Por razones académicas

La integración de los estudios superiores de Danza en la Universidad, supondría la normalización administrativa de esta oferta académica en un plano de igualdad con el resto de titulaciones universitarias. Además existe una clara tendencia de todas las titulaciones universitarias a interrelacionarse académicamente con otras materias. Los estudiantes y profesores de Danza estarían en contacto con otros universitarios, lo que permitiría un intercambio cultural y profesional, perdiendo los estudios de Danza el carácter de excepcionalidad que poseen en la actualidad.
Por otra parte, es importante pensar en que será el diseño curricular el que marcará el número adecuado de horas y créditos teóricos y prácticos de las enseñanzas de Danza. La organización de un plan de estudios de una titulación universitaria en danza con una troncalidad bien definida, permitiría diseños diferentes en cada universidad por lo que la oferta sería mucho más diversificada para atender a todos los aspectos implicados en el estudio e investigación de la danza como producto de la actividad humana.
La presencia de profesorado de Danza en la Universidad supondría un incremento también en la oferta de cursos relacionados con la Danza: Títulos Propios, Cursos de verano, Estudios de tercer ciclo, Cursos de especialización...
La integración de la Danza posibilitaría la creación de programas de doctorado con un número importante de cursos de Danza, lo que facilitaría la creación de nuevas líneas de investigación. Un aumento importante de tesis doctorales de Danza, significaría un incremento de nuevas publicaciones: artículos, ensayos y libros. El contacto del profesorado de Danza con el personal docente de la Universidad, supondría la creación de equipos de investigación y de creación artística en distintas áreas: Pedagogía, Historia del Arte, Escenografía, Música, etc.
La existencia de una Facultad de Danza serviría para extender esta docencia a otras facultades que en la actualidad no encuentran titulados con la adecuada especialización: Historia, Comunicación Audiovisual...
Cada Universidad podría proponer la creación de nuevas especialidades relacionadas con la Danza.
Algunas Universidades podrían crear compañías o grupos de alumnos de las distintas Facultades Universitarias, lo que es habitual en países como Alemania o Estados Unidos.
La integración universitaria permitiría a profesores y alumnos a intervenir en aspectos educativos y administrativos que pudieran afectar de una u otra manera a la vida académica, integrándose en los órganos de representación universitaria: Claustro de la Universidad, Junta de Gobierno, Junta de Facultad.
La posibilidad de acceder a la formación de postgrado, con lo que se alcanzarían otras expectativas como complementación de currículum, de perfeccionamiento del desarrollo profesional científico, técnico y artístico, de conocimiento de nuevos ámbitos de investigación en diversos campos con posibilidades de aplicación profesional; en definitiva, de equiparar las oportunidades –respecto a otros estudios- en el sentido de enriquecer la preparación académica ampliando las perspectivas.


Por razones administrativas

La Facultad de Danza aprovecharía la estructura universitaria para su desarrollo en todos los campos específicos. Se beneficiaría del soporte político e institucional del que goza la Universidad. El coste de una Facultad o Escuela Universitaria de Danza, seguramente sería igual, o incluso menor que el de cualquier otra carrera técnica, pues sólo sería necesario crear aulas de danza con vestuarios y duchas, para la práctica, puesto que para lo demás se utilizaría las instalaciones de que disponen las Universidades.
Si se optara únicamente por el reconocimiento del Grado Superior y no por la integración en la Universidad, sería necesario crear un órgano similar al Consejo de Universidades que supondría una duplicación administrativa absolutamente injustificada, pues el Consejo de Universidades entiende del conjunto de titulaciones.


Por otros factores como el agravio comparativo y el corporativismo

Tradicionalmente las enseñanzas artísticas han sido de carácter especial y se ha considerado como protección la creación de una ley específica para ellas, sin embargo, una sociedad que no incluye en su más alta categoría universitaria a estas enseñanzas, margina un aspecto cultural fundamental de su sociedad. a decir verdad, el mundo de la Danza puede sentirse agraviado en esta situación con las Bellas Artes. Se diferencia unas artes de otras por criterios totalmente arbitrarios.


La Danza cuenta con la suficiente justificación para acceder a la Universidad, con la suficiente demanda social y profesional y por ello debe de comenzar por planificar bien su futuro para impulsar esta iniciativa aprovechando la ocasión que brinda la conformación del nuevo Espacio Europeo de la Educación Superior. Deberían ser los mismos profesionales de la Danza los protagonistas de su propia promoción contando con el concurso de profesionales de áreas próximas. Por todo ello te animamos a que firmes este manifiesto en apoyo a la integración de la danza en la universidad.

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