De la mano de miembros del grupo motor de Bakaikuarrok Herri Kooperatiba arrancaron cinco días de celebraciones en honor a Santiago. Y es que el Ayuntamiento de Bakaiku quiso reconocer el gran trabajo realizado por este grupo de vecinos y vecinas que pusieron en marcha en auzolan una cooperativa de consumo para cubrir el vacío que dejó el cierre de la última tienda del pueblo. Este servicio de proximidad abrió sus puertas en 2022, muy valorado por los vecinos y vecinas, sobre todo los de más edad que no se ven obligados salir de Bakaiku para realizar las compras.
Además, es una fórmula que da opciones de impulsar el desarrollo económico y social de Bakaiku desde una perspectiva comunitaria y de participación vecinal y puede ser también una herramienta para poner en marcha otros proyectos como comunidades energéticas o cuidados entre otros. “Ahora estamos con la tienda pero hay otros proyectos en mente”, apuntó Saioa Zelaia, concejala de festejos y una de las personas del grupo motor que prendió la mecha junto con Lander Urritza y Ernesto Leitza.
En los pueblos pequeños, y más al norte, los cohetes no se tiñen de blanco y rojo ni hay explosiones festivas; se comienza suave y con algo que llevarse a la boca. Así, tras el cohete fue el primer auzate de estas fiestas, almuerzos o meriendas, según la hora, que se suceden todos los días al mediodía y a la tarde. También las primeras carreras con los cabezudos.
Los quintos y quintas bailaron dos zortzikos, encabezados por Ekhi Barandiaran y Aritz Urrestarazu. Este baile festivo en el valle de Burunda se perdió en Bakaiku en la segunda mitad del pasado siglo. Fue recuperado en 2008 tras dos intentos fallidos. El primero fue en 1982, cuando un grupo de jóvenes lo volvieron a bailar el día del patrón. Pero duró poco, tres años. Así, a finales de los 90 se volvió a recuperar, pero lo mismo, al poco tiempo se abandonó. A la tercera fue la vencida y desde entonces no ha faltado en el inicio de las fiestas, salvo el paréntesis de la pandemia.
Las celebraciones no pararán hasta el domingo, con cerca de 40 actividades en el programa festivo, en cuya organización participan vecinos, vecinas y colectivos. El presupuesto ronda los 30.000 euros.