En un fin de semana muy especial tras el Tambor de Oro a su fundadora, Verdini Dantza Taldea ha celebrado este domingo en el Teatro Victoria Eugenia de Donostia su 30 aniversario con el espectáculo Nuestra huella, nuestro grito. Formada por bailarines con y sin Síndrome de Down, la compañía une danza e inclusión en favor de la igualdad.

El nuevo espectáculo nace de un impulso por explorar nuevas formas de creación y conexión tras tres décadas de historia, explicó esta semana su alma mater, Isabel Verdini, radiante Tambor de Oro de la ciudad.

La bailarina recogió el sábado, Día de San Sebastián, de manos del alcalde de la ciudad, Eneko Goia, el reconocimiento por su labor en favor de una Donostia más inclusiva. En la ceremonia, tampoco faltaron los integrantes de la compañía, que ofrecieron un pequeño adelanto antes de la presentación de ayer. Precisamente, en el acto de este domingo han intervenido Goia y sus dos predecesores en el cargo, Juan Karlos Izagirre y Odón Elorza.