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Unzaga acoge mañana un acto de unión del sector de la danza vasca
La 'Soka-dantza del día después' es el primero de los actos del 75 aniversario del bombardeo de Eibar
La cultura se ha convertido en protagonista de un intenso
programa de actos del 75 aniversario del bombardeo de Eibar. Una de sus
disciplinas, la danza, será protagonista mañana. Precisamente, el acto
pretende ser un momento de unión de un sector que ha viajado hasta ahora
de forma disgregada, lo que no le ha ayudado a conseguir algunos
objetivos. Igual que tras la guerra se sacaron conclusiones, el acto de
mañana pretende ser un vínculo de unión del sector de la danza
tradicional, de cara a continuar unidos con un objetivo común,
respetando las particularidades de cada uno.
Hace unos meses se inició un proceso que ha culminado con
la redacción de un manifiesto sobre las danzas vascas. Maestros de
danza, músicos, aficionados y dantzaris procedentes de las siete
provincias vascas han participado en su redacción. En total han sido
unas 160 personas, de las que un centenar acudirán al acto de mañana.
Muchos de los ausentes participan precisamente en actos de recuerdo de
los bombardeos en otras poblaciones vascas.
Tradicional y simbólico
El que se celebra mañana en Eibar será un acto del sector
de las danzas tradicionales, mirando hacia dentro. No habrá trajes
folclóricos ni un gran espectáculo de cara al público. Los participantes
se reunirán a mediodía en la plaza de Unzaga y a las 12.30 horas
recibirán la bienvenida de la Corporación municipal en el salón de
plenos. Será allí donde se hará lectura y firma del manifiesto.
A continuación, desde el mismo salón de plenos, todas las
personas adheridas al documento iniciarán una 'soka-dantza' que les
llevará a la plaza de Unzaga.
Un baile tan tradicional como simbólico servirá para
escenificar la unión del sector de cara a mantener una parte fundamental
de la tradición y la cultura vasca.
La situación de desunión en la que ha vivido la danza
tradicional ha llevado a que en la actualidad no haya una formación
reglada ni una estructura que garantice su estudio y conservación. Estos
aspectos se recogen en un manifiesto, que además de llevar una carga de
reivindicación, comienza por hacer autocrítica. «La danza ha sido un
sector con dificultades para acordar proyectos comunes, ha funcionado de
una forma muy atomizada. Por eso, el objetivo primero es reconocer en
el sector que no nos hemos puesto de acuerdo. Es el momento de ponerlo
sobre un papel». El eibarrés Oier Araolaza es uno de los impulsores de
esta iniciativa. El manifiesto se presentará así ante el sector de la
danza tradicional, y al mismo tiempo ante la sociedad y ante la
administración.
Nuevos objetivos
La relación de este acto con la conmemoración del
bombardeo de Eibar viene dada por las lecciones y los valores que cobran
fuerza tras un conflicto como el que asoló la ciudad. Sin el carácter
bélico de la contienda, los dantzaris apuestan por la convivencia y la
colaboración. «Las guerras nos dan una medida de lo que es importante y
lo que no» recuerda Araolaza. Así, se quiere dejar atrás la falta de
unión entre grupos, investigadores y el resto de agentes implicados en
la danza tradicional para afrontar nuevos objetivos.
El documento que centrará el acto de hoy incluye una
serie de puntos básicos de acuerdo entre todos los firmantes. En ellos
se hace hincapié sobre la necesidad de mantener el patrimonio cultural
de la danza. La investigación, la documentación y la formación son
algunos de los pilares sobre los que se quiere asentar el futuro. Y este
acuerdo se sellará de la forma en la que se ha representado el acuerdo
solemne y la unidad. La soka-dantza representará la unión de todo un
sector mañana en Eibar.
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