Universos paralelos

Dantza Bilaka

La duración de la triple propuesta también fue dispar: entre la media hora de Look at me, Bang Bang -doblando las prerrogativas de la convocatoria que establece 15-20 minutos-, los diez minutos de Project y los brillantes ocho de En mi soledad. Comenzaba la muestra con el solo de la vizcaína Leire Ituarte, un manifiesto feminista, muy cargado de discurso, proyecciones y músicas de la saga James Bond, en la que la protagonista pretende ofrecer una nueva visión sobre los estereotipos de la mujer. Su transcurrir sobre la escena consiste en movimientos geométricos, cual marioneta manejada por el yugo de la sociedad. Más auténtico pareció el solo del australiano Robert Jackson, un trabajo de taller, con mucha exploración del suelo y búsqueda de movimiento personal. Experimentación propia, con sobria iluminación que enmarcaba este bosquejo. En una galaxia diferente en cuanto a estilo y propuesta, el bilbaíno Jon Ugarriza dio una buena muestra de las posibilidades narrativas de la danza neoclásica. En mi soledad es un elegante paso a dos con la guipuzcoana Amaia Otabide y el extremeño Miguel Ángel Collado. Se percibe la escuela y amplia trayectoria del creador vizcaíno en importantes compañías extranjeras en su saber hacer coreográfico. Como en muchas ocasiones anteriores, sugerir una brújula a los responsables de Dantza Bilaka, para encontrar un camino más atractivo para el gran público. El próximo sábado, tres guipuzcoanos en el vitoriano Artium, dentro de Dantza Bilaka.