Una década de nuevas danzas en Arrate

«No es que haga diez años que se baila en Arrate. Los dantzaris siempre han estado presentes en esta fiesta», aclara Oier Araolaza al ser consultado ante la décima ocasión en que el grupo Kezka acudirá para ofrecer las Danzas de la Virgen de Arrate. Lo que sí que el grupo de baile inició en el año 2005 fue un nuevo modelo a la hora de participar en la fiesta. «Creo que ya a nadie le resulta raro vernos en Arrate, nos hemos acostumbrado rápido».

Hace una década todo era incertidumbre pero desde Kezka se hacía una apuesta por dar una mayor presencia a las danzas vascas en una de las fiestas más queridas de la ciudad. Se miró al pasado y tomando partes de muchas tradiciones se creó una coreografía, una música y un vestuario. Así, en el año 2005 se ofrecía la primera 'ezpata-dantza' en honor a la Virgen de Arrate. No hubo procesión ese año y la lluvia obligó a aprovechar un abarrotado soportal. Desde entonces, los dantzaris de Kezka han acudido cada año con una propuesta que ha tardado poco en trascender los límites geográficos de Eibar.

En las nueve ediciones anteriores no son pocos los aficionados al folclore y los investigadores que han pasado por Arrate un 8 de septiembre. «Ha habido mucha gente que ha venido de fuera con interés, ha sido un ejemplo para otras iniciativas» señala Araolaza. Pero entre todos los aspectos que introdujeron las Danzas de la Virgen de Arrate, el responsable de Kezka destaca la cuestión de género. «Nos hemos dado cuenta de que en este tema hemos sido pioneros». Los dantzaris de la Virgen de Arrate, ellas y ellos, visten el mismo traje y en las coreografías no se hacen distinciones por género. «Es un tema candente en la danza tradicional y nuestra experiencia ha servido como referencia para otros grupos».

«Nos ha dado personalidad»

Las danzas que cumplirán su décima edición el próximo lunes han marcado un antes y un después para Kezka, en la medida en que les han permitido contar con un repertorio propio que les identifica fuera de Eibar. «Ha sido algo muy importante para el grupo. Nos ha dado una personalidad y nos ha abierto muchas puertas» indica Oier Araolaza. En ese punto de inflexión recuerda especialmente el viaje realizado a la localidad inglesa de York donde se consideró a la danza con espadas eibarresa entre las dos mejores del festival. Eso permitió que Kezka haya podido llevar después las Danzas de la Virgen de Arrate a multitud de localidades de distintos países. La última cita fue este mismo verano con actuaciones en la localidad francesa de Confolens, «en una carpa para 3.000 personas que se llenaba cada noche, algo impresionante».

La décima edición no será la más multitudinaria en cuanto al cuerpo de baile al coincidir la fiesta en lunes. 42 dantzaris acompañarán a la Patrona de Eibar con dos invitados de Sestao, Arkaitz Pascuas y Nagore de las Cuevas, que ocuparán puestos principales en la coreografía.

2005. Las danzas de la Virgen de Arrate estrenaron formato sin poder completar la procesión por la lluvia, aunque después pudieron bailar en la campa. / FÉLIX MORQUECHO