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«Quiero hacer un trabajo visual que llegue al corazón del espectador»

Carolyn Carlson, coreógrafa y bailarina

Egilea
Iratxe de Arantzibia
Komunikabidea
Diario Vasco
Mota
Elkarrizketa
Data
2007/07/08

Once años han pasado desde que Carolyn Carlson actuara por última vez en el Teatro Victoria Eugenia. En aquella ocasión, la coreógrafa estadounidense participaba por tercera vez en el desaparecido festival de danza contemporánea Maiatza Dantzan. Una década después, la polifacética artista afincada en Francia presenta su espectáculo Inanna, dentro de la decimotercera edición de la Feria de Teatro. Basado en los poemas de una sacerdotisa de Ur en honor a la diosa sumeria Inanna, esta pieza refleja el misterio de la mujer, a través de la danza de siete bailarinas. Musa del mítico coreógrafo Alwin Nikolais, Carolyn Carlson reúne, a sus sesenta y cuatro años, una trayectoria rica en vivencias, que le han llevado a vivir en Francia, Italia, Finlandia y Suecia. La artista californiana ha sido coreógrafa invitada de la Ópera de Paris y del Teatro de la Fenice en Venecia, directora artística del Ballet Cullberg de Suecia y responsable de la sección de danza de la Bienal veneciana. Desde 2004, Carlson es directora del Centro Coreográfico Nacional de Roubaix Nord-Pas de Calais. En su dilatada carrera profesional, ha creado más de ochenta coreografías. El martes y miércoles, el Victoria Eugenia volverá a acoger una muestra del arte coreográfico de esta versátil artista.

- Presenta en San Sebastián, su obra Ínanna?, ¿en qué consiste esta pieza? ¿Cuál es su mensaje?

- Esta obra tiene muchos mensajes ocultos, pero no los digo directamente al público, ya que cada espectador tiene que encontrar el suyo propio. La diosa sumeria Inanna me atrae mucho, ya que posee muchas facetas. Normalmente, no cuento el argumento de mis obras. Pienso que es el espectador quien tiene que extraer su propio mensaje. Según el carácter y cómo piensa, cada uno saca su mensaje personal.

- 'Inanna' es una obra para 7 bailarinas y trata sobre la diosa sumeria de ese nombre, ¿qué importancia tiene la feminidad o el hecho de ser mujer en esta obra?

- Bailan siete bailarinas, porque precisamente la obra trata sobre las mujeres. No existe otra razón. Es así de sencillo: la obra es sobre mujeres y, por lo tanto, bailan mujeres.

- Además, está dedicada a la fotógrafa Francesca Woodman, ¿cómo le influyeron sus fotografías para crear este espectáculo?

- Las fotografías de Francesca Woodman me impresionaron mucho. Esta fotógrafa retrata muchos personajes melancólicos, que me fascinan. Además, poseía una personalidad trágica. Sus fotografías muestran también muchas ideas sobre la vestimenta. Francesca Woodman era una fotógrafa muy joven que desarrolló su trabajo entre los 18 y 20 años, y se suicidó a los 23. Tenía un punto de vista trágico parecido al mío. Por eso, me impactó tanto su trabajo y le dediqué esta pieza.

- Una de las características de sus obras es la improvisación. ¿Qué importancia tiene en 'Inanna' la improvisación en la coreografía?

- Me gusta emplear la improvisación, pero siempre antes de realizar la coreografía de un espectáculo. Cuando presento la obra final, todo ya está bien ajustado y preparado. Improviso mucho antes, como estudio para llegar a la coreografía final.

- También esta obra refleja su interés por la poesía. ¿Cómo descubrió los poemas de la gran sacerdotisa de Ur sobre la diosa Inanna?

- Es cierto. Me gusta mucho la la poesía. De hecho, he escrito varios libros. Un día, me dieron un libro con los poemas de la gran sacerdotisa de Ur y no tiene más explicación. Al finalizar este espectáculo, va a salir a la venta un libro sobre el montaje de Inanna.

- Usted ha bailado en el Teatro Victoria Eugenia en tres ocasiones, en el festival de danza 'Maiatza Dantzan'. ¿Qué recuerdo tiene de sus participaciones en San Sebastián en 1987 ('Still waters'), en 1993 ('Commedia') y 1996 ('Vu d'ici')? ¿Tiene algún recuerdo especial del público de San Sebastián?

- Tengo muy buenos recuerdos de mis otras visitas a San Sebastián. Se trata de un gran público y obtuve una magnífica respuesta del mismo.

- Además, va a impartir una clase magistral, dentro de la Feria de Teatro. ¿En qué va a consistir esa clase magistral y qué aspira a transmitir a los alumnos?

- Traigo varias ideas sobre qué tratar en la clase magistral. Dependerá del público. De nuevo, usaré la improvisación. Según la respuesta de los asistentes, iré tratando los temas de una manera u otra.

- Bailarina, coreógrafa, directora artística, poetisa. Usted es una artista polifacética, ¿en qué faceta se considera más desarrollada como artista?

- He escrito tres libros de poesía. Me gusta la creación, el aprendizaje, la enseñanza... pero todo es diferente, porque depende del propósito artístico con el que se realiza, porque no es lo mismo bailar que montar una coreografía.

- Sus inicios en danza estuvieron vinculados al gran coreógrafo Alwin Nikolais. De hecho, se dice que fue su musa ¿qué fue lo más importante que aprendió de él?

- Nikolais fue un coreógrafo que me gustaba mucho. Simplemente, trabajábamos juntos y desarrollábamos lo que ambos teníamos en nuestro interior.

- Al poco de desvincularse de Nikolais, en su etapa con Anne Beranger, se estrena como coreógrafa con 'Rituel pour un rêve mort' (1972), ¿cómo recuerda esa primera coreografía?

- Rituel pour un rêve mort fue mi primer trabajo como coreógrafa. Para mí, fue muy importante, al ser mi debut en esta faceta.

- Ha vivido y trabajado en Francia, Italia, Finlandia, Suecia. Según su experiencia, ¿es la danza un lenguaje universal? ¿Existen diferencias en los distintos lugares de Europa?

- Desde luego que sí. La danza es un lenguaje universal. Con la danza, deseo realizar un trabajo visual que llegue al corazón de cualquier espectador. En general, no existen grandes diferencias entre los sitios de Europa donde he trabajado. Sin embargo, en la India, la danza funciona con un código diferente.

- A veces, su polifacética y rotunda personalidad escénica se ha comparado con Isadora Duncan, una gran revolucionaria de la danza contemporánea como usted. ¿Qué piensa cuando escucha esas afirmaciones?

- Sí, somos parecidas. Isadora tenía un espíritu libre. Le gustaba la libertad y arriesgaba mucho. Yo también arriesgo mucho. En la vida, hay que arriesgar.

- Con más de 80 coreografías y diversos premios que avalan su carrera, ¿qué le queda por hacer en la danza? ¿Tiene alguna asignatura pendiente?

- Mi sueño es tener un gran estudio y pintar. Ya pinto con tinta china. Soy una artista plástica.

«Quiero hacer un trabajo visual que llegue al corazón del espectador»
Una escena del espectáculo Inanna, creación de la coreógrafa y bailarina Carolyn Carlson.

CARLSON Y DONOSTIA

Carolyn Carlson ha actuado tres veces en el Teatro Victoria Eugenia, dentro del desaparecido festival de danza contemporánea Maiatza Dantzan. En 1987, presentó su obra Still waters, en la cuarta edición del certamen de danza. Ya en 1993, regresó con Commedia, siendo su última visita a los escenarios donostiarras en 1996, con Vu d'ici.

En la 13ª Feria de Teatro: Presenta su obra Inanna, en el Victoria Eugenia, el martes y miércoles próximos, a las 20.00 horas. Precio de las entradas: 16-22-30 euros.

PERFIL

Carolyn Carlson nació hace 64 años en Oakland, California, aunque sus orígenes son finlandeses.

Formación: Recibió su formación en la Escuela del San Francisco Ballet y en la Universidad de Utah.

Carrera profesional: En sus inicios profesionales, trabajó con el emblemático coreógrafo estadounidense Alwin Nikolais (1965-1971), de quien se convirtió en musa. Más tarde formó parte de la compañía de Anne Beranger, en la que, además de bailarina, debutó como coreógrafa. Su unión a Rolf Lieberman (1974) determinó el cambio más importante en su carrera artística.

Coreógrafa y directora: Su primera coreografía fue Rituel pour un rêve mort (1971). Durante los años 1974-1980, Carlson fue coreógrafa invitada en la Ópera de Paris, donde realizó veinticinco obras. Más tarde, pasó al Teatro de la Fenice de Venecia (1980-1995), época en la que creó su mítica pieza "Blue lady" (1984), representada en más de cuarenta países. Tras una breve estancia en Finlandia, país del que es originaria su familia, fue la directora artística del Ballet Cullberg en Suecia (1993-1995). Fue la responsable de la sección de danza de la Bienal de Venecia (1999-2002).

Premios
: Premio Victoria de la Música (1998) por su obra Signes, Caballero de las Artes y Letras de Francia (2000), Legión de Honor de la República Francesa (2000), Medalla de Oro de la ciudad de Paris (2002) y León de Oro de la Bienal de Danza Contemporánea de Venecia (2006).

Carolyn Carlson ha creado más de 80 coreografías en su dilatada carrera profesional. Escribe poesía y realiza diseños, mientras ejerce como Directora del Centro Coreográfico Nacional de Roubaix Nord-Pas de Calais, desde 2004.

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