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Un paloteado que rompe con las barreras lingüísticas

Los dantzaris de Lodosa y Sartaguda bailaron ayer en San Fermín junto a los de Cabanillas un paloteado muy novedoso, íntegro en euskera

“Creemos en la revitalización del folclore, y para que no caiga en el olvido, lo mejor es enseñarlo y transmitirlo”
Egilea
Maria San Gil
Komunikabidea
Noticias de Navarra
Tokia
Lodosa
Mota
Albistea
Data
2016/07/10
Lotura
Noticias de Navarra

Los cuatro personales del paloteado y algunos de los dantzaris de Cabanillas y Lodosa posan durante un ensallo. (MARÍA SAN GIL)

“Creemos en la revitalización del folclore, y para que no caiga en el olvido, lo mejor es enseñarlo y transmitirlo”

lodosa - Cultura, tradición, folclore, música y baile se dieron la mano ayer sábado en Pamplona gracias al paloteado de la Ribera que ofrecieron de forma conjunta los dantzaris de Lodosa y Sartaguda junto a los de Cabanillas en el txoko del Nafarroa Oinez. Se trató de una actuación sin precedentes que organizaba la Sociedad Cultural Laya - Laya Kultur Elkartea y que cautivó a todos los que hasta allí se acercaron porque presentó muchas curiosidades.

Y es que este paloteado, compuesto por siete danzas de Cabanillas en las que hubo palos, trenzado, karrikadanza, arcos y una jota, a diferencia de lo que suele ser habitual, se hizo por primera vez íntegramente en euskera para hacerle un guiño al Oinez ya que este año lo organizan de forma conjunta las ikastolas de Lodosa y Viana. Un grupo de 16 dantzaris acompañaron con sus bailes a los cuatro personajes de este espectáculo: el Mayoral, que interpretó Osel Molinet; el Rabadán, que fue Miren Balmaseda; el diablo, que representó Néstor Molinet; y el ángel, al que dio vida Adrián Ainciburu.

El espectáculo, que duró unos 50 minutos, se dividió en dos partes, tal y como explicaron los organizadores. El paloteado comenzó con el personaje del Mayoral saludando a las personas intervinientes en el acto y contando la vida del santo patrono. En ese momento también intervino otro personaje, el Rabadán o pastor, que criticó con tono desenfadado los defectos de la sociedad, de la gente o de la clase política.

Después fue el turno del ángel y el diablo. Entre estos dos personajes, explicaban, se desencadenó una lucha entre el bien y el mal. Y para acabar, llegó uno de los momentos que más suele gustar, que es cuando el Mayoral y el Rabadán narran de forma jocosa las anécdotas del año en Navarra.

José Mª Jimeno Jurío definía al paloteado como “un conjunto de monólogos y diálogos recitados casi siempre en verso y con una tesitura particular, amenizados con unas danzas protagonizadas por hombres con el fin de entretener al pueblo”. Pues con este fin, hace tres años que, gracias a un estudio de Patxi Sierra, y a los recuerdos de los vecinos de la zona, se recuperó este paloteado con el que esperan cautivar al público. Patxi Laborda se ha encargado de los textos e Íñigo Castellanos dirigió el espectáculo en el que la gaita de Javier Pérez, músico que ha recuperado las melodías de estas danzas, fue el instrumento protagonista.

los dantzaris Este espectáculo sirvió para unir a dos grupos de dantzaris de la ribera que, de acuerdo con Castellanos, tienen muchas similitudes a la hora de bailar. Por un lado los vecinos de Lodosa y Sartaguda, un colectivo consolidado que este año celebra su 20º aniversario.

Estos dantzaris comenzaron a ensayar hace dos décadas en Sartaguda y los jóvenes de Lodosa que se interesaron y se animaron tuvieron que desplazarse allá los tres primeros años. En la actualidad forman este grupo 14 vecinos y bailan al menos dos veces al año en esos municipios y participan en otros espectáculos y montajes de Laya.

Por otro lado, el grupo de dantzaris de Cabanillas es de reciente creación puesto que se formó y consolidó hace apenas tres años con la intención de revitalizar y potenciar el paloteado que bailarán el día 9 aunque, informaban, hace años hubo un grupo que aguantó cerca de una década pero que terminó por desaparecer.

En la actualidad hay unas 25 personas ensayando en este conjunto, muchas de ellas del antiguo grupo que, insistían, es una sección de la asociación cultural Tres Montes.

Impulso cultural La Sociedad Cultural Laya nació en el año 1997 con el objetivo de recuperar el folclore local y de transmitirlo a través de la enseñanza de danzas y de bailes de gigantes. En la actualidad son 14 personas las que forman este colectivo que está presente en Cabanillas, Milagro, Sartaguda, Lodosa, Villafranca, Ejea de los Caballeros y Biota.

Además, uno de los objetivos que persiguen es la recuperación de danzas antiguas para que no caigan en el olvido. Este año, apuntaban, están implicados en un proyecto en Labastida además de continuar con sus grandes montajes costumbristas y medievales. “Creemos firmemente en la revitalización del folclore y para que perdure y se mantenga en el tiempo, en este caso en Navarra, lo mejor es transmitirlo a través de la enseñanza”, finalizaba Castellanos, profesor de ambos grupos de dantzaris.

Los cuatro personales del paloteado y algunos de los dantzaris de Cabanillas y Lodosa posan durante un ensallo.

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