Los documentos históricos señalan que ya “en el siglo XVII” existía un grupo de danzas en Elciego (Araba). “Tenemos una reseña que hace alusión a la compra de alpargatas y al abono de comidas para los dantzaris en esa época”, cuenta Ayla Bereciartua, responsable de la agrupación que se constituyó formalmente como asociación “hace un año”, aunque los bailes han sido y son parte de la esencia de la localidad.
Durante siglos se estuvo bailando hasta que llegó la “Guerra Civil y se produjo un parón”. “El grupo lo recuperaron mujeres del pueblo aunque hasta ese momento incluso las dos figuras del baile, el cachimorro y el bastonero, eran hombres”, explica Bereciartua. De hecho, el impulso femenino fue tal que “la tradición que hasta el momento había sido de hombres, se convirtió en una de sólo mujeres”.
Para el grupo de danzas de la localidad alavesa hay dos fechas clave en el calendario: las fiestas de Santa Isabel en el primer fin de semana de julio “cuando se celebra la independencia de Elcigo de Laguardia” y las de la Virgen, para el 8 de septiembre. Y en esos días representan “el ciclo de Elciego, compuesto por un total de cinco danzas”. La primera es un “pasacalles porque estas danzas son procesionarias. En este baile se guía a la Virgen de la Plaza desde la ermita a la iglesia”. El segundo paso es la danza en “V por la forma que toma el baile”. El tercer eje son las “cuatro calles con una estructura de paloteado”; el cuarto “el árbol donde se baila con unas cintas que se van colgando en un árbol”; y, por último, “la jota”. En este ciclo de bailes participan ocho chicas y el cachimorro, que antiguamente sólo bailaban chicos y ahora son mujeres.
El grupo de danzas de Elciego tiene unos 60 dantzaris y lista de espera
Una de las características del grupo de danzas de Elciego es el gran número de dantzaris. “Somos unos 60 dantzaris y hay niños con ganas de entrar para hacer más cantera. Hay gente esperando para entrar al grupo”, comenta Ayla Bereciartua que reconoce que “sólo estoy yo para dar clases y tengo tres grupos”.
Esa unión por las danzas se ha transmitido de generación en generación. “Es un grupo con mucho arraigo y en muchas familias han bailado padres, madres, abuelas o tías”, detalla la responsable de la agrupación que reseña que participan en eventos como “el Dantzari Eguna de Rioja Alavesa, el de Araba, el Euskal Herriko Dantza Agerketa de Basauri el año pasado o en actos como el hermanamiento con Idiazabal”. Ocasiones para vibrar con un grupo de larga tradición.