Un gran acierto

Dirigido con maestría por el bailarín Josu Múgika, puso en movimiento a los jóvenes estudiantes del Ballet del Conservatorio José Uruñuela, utilizando un fragmento de las Danzas Húngaras de Brahms, que, a continuación, iba a ser bailado por el Ballet Biarritz Junior III. En quince minutos, el enérgico Mújica puso a bailar a veinte estudiantes que estuvieron concentrados con las pautas directivas de Josu, con un resultado muy satisfactorio para todos.

La actuación del Biarritz III fue estupenda por el derroche de talento y profesionalidad mostrado por estos bailarines semi profesionales. La actuación, muy variada, ofreció tres piezas firmadas por Thierry Malandain, coreógrafo y director artístico del Ballet de Biarritz. La primera fue 'Gnossienne', donde muestra a los bailarines danzando y haciendo acrobacias sobre una barra de calentamiento de una clase de ballet. En 'Gari Beltza', con música tradicional bretona, destaca el vestuario magnífico de Sean Wood. Los intérpretes se muestran muy expresivos.

La última coreografía, 'Danses Qu'on Croise', para muchos la mejor y más divertida, reúne a seis bailarines en competición para ligar entre ellos. Todos hacen gala de un buen conocimiento de la danza clásica junto a una expresividad llena de carácter, que hacen muy creíbles a los personajes. Destacan los más chulitos David Debernardi y la donostiarra Irma Hoffren. El coloquio final entre bailarines, presentador y espectadores, hace que la danza se acerque de forma directa al público. Objetivo logrado.