Todos los 7 de julio Duguna baila en la plaza del Ayuntamiento “y a veces de reojo miramos al balcón y nos preguntamos cómo nos ven desde ahí”, decía ayer Aritz Ibáñez en una multitudinaria rueda de prensa, al altura del anuncio que acababa de hacerse público. “Queremos probar la perspectiva contraria, el día 6 de julio de este año, ver cómo se ve a la plaza bailar desde el balcón del Ayuntamiento”, añadía el director del grupo de danzas municipal. Así será.
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“Agradecemos de corazón a Pamplona que nos haya dado esa oportunidad, y devolveremos a la ciudad ese regalo bailando el 7 de julio lo mejor posible, como intentamos hacer siempre”, añadió Ibáñez, acompañado por Ángel Arana, presidente del grupo. Eran los rostros visibles del grupo, probablemente tan “felices y un poco obnubilados” como los 150 socios y más de 50 dantzaris en activo que componen el Duguna.
Un hombre y una mujer
Queda por desvelar la pregunta del millón. ¿Quién lanzará el cohete? “La respuesta del millón es que todavía no sabemos”, reconoció Ibáñez. “Queríamos ser prudentes y esperar. A partir de hoy mismo empezaremos a hablarlo y a ver si para la semana que viene tenemos una respuesta”. Lo que sí dejó claro el director del grupo es que quieren que la mecha la prendan un hombre y una mujer “porque en la trayectoria del grupo, y sobre todo en los últimos años, nuestras danzas, nuestros trajes, nuestras coreografías... están preparadas sin distinción de género, y creemos que tiene que ser así; y que el máximo número de personas que puedan estar en el balcón puedan disfrutar de ese momento y sean representantes de todo el grupo”. Ibáñez opinó que “quien tiene que decidir quién tira el Chupinazo son los dantzaris y las dantzaris, y quien decida el grupo nos representará al resto y será la mejor representación posible”.
"Un reconocimiento y un regalo"
En Duguna viven el nombramiento popular “como un reconocimiento y un regalo de la ciudad al grupo, más si cabe teniendo en cuenta que celebramos el 75 aniversario”. Ibáñez felicitó al resto de candidaturas, agradeció “de corazón” a los cuatro grupos que presentaron su candidatura: La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona, Gaiteros de Pamplona–Iruñeko Gaiteroak, Iruñeko Txistulari Taldea–Banda de Txistularis de Pamplona y la banda de música La Pamplonesa. “No se nos ocurren mejores avalistas o compañeros de viaje”, dijo. También agradeció “a toda la gente de Pamplona que nos ha votado, a la gente de nuestra comunidad más cercana, que nos ha padecido pero que nos ha apoyado y ayudado estos días. Y también a los y las dantzaris del resto de grupos de Pamplona que nos han votado”. “Este Chupinazo también es suyo”, afirmó.
Por último, recordó “a todos y todas las dantzaris que han pasado por este grupo en 75 años, que han hecho que el grupo llegue hasta lo que es hoy en día, todas las personas que han conformado esa gran sokadantza de 75 años. Y a los dantzaris actuales, jóvenes que trabajan, que estudian, que tienen sus quehaceres diarios, pero que de ocho a diez de la tarde tres días a la semana se echan sus buenas sudadas para intentar representar a la ciudad como Pamplona se merece”. Porque, dijo citando a Oteiza, “hay que remar como se rema en la trainera; mirando para atrás pero para ir hacia adelante. Por eso me acuerdo de los dantzaris actuales”.
Por su parte Ángel Arana, que acumula casi dos décadas como presidente del grupo, ayer estaba “en una nube, alucinando”. Era “el colofón, la guinda del pastel del 75º aniversario. Son cosas que no te esperas hasta que llegan. Estoy feliz”. En su caso, le vinieron a la memoria imágenes “de cuando salí en la primera Procesión, en el año 1976; fue emocionante para mí, ir de Cuerpo de Ciudad te llenaba, era un orgullo. Te vienen todas esas imágenes de lo que ha sido”. También “de la gente mayor con la que has tratado ahora, que es lo bueno del 75º aniversario, el trato que has tenido con gente de antes, de ahora y gente entre medio, como puedo ser yo”. Y reconoció que el grupo goza de buena salud; en la sociedad son unas 140 personas, y además de los 50 dantzaris actuales cuentan con un grupo txiki formado por alrededor de 70-80 chavales. Como a los mayores, también les toca sudar. “Se lo tienen que currar para subir”, dijo.
El currículo de Duguna
Cuando propusieron al grupo para lanzar el cohete, entre los motivos se destacó su labor de acompañamiento a la Corporación municipal en las festividades más importantes de la ciudad y su trabajo para dotar a Pamplona de un patrimonio coreográfico propio. No en vano, Duguna comenzó en 2007 una labor de investigación y recuperación de dantzas para la ciudad. De ahí surgieron la ezpata-dantza, que bailan en San Fermín de Aldapa, y la soka-dantza, que recorre las calles en las festividades de San Blas, San Juan y el Privilegio de la Unión.
Desde su creación como grupo de danzas municipal por el Ayuntamiento en 1949, su objetivo ha sido acompañar a la Corporación y, de hecho, los dantzaris forman parte del Cuerpo de Ciudad en los eventos más importantes de Pamplona. En estos 75 años de andadura Duguna ha cobrado fuerza e importancia, y se ha convertido en valedor de la tradición dancística de la ciudad.