9 de febrero de 1975: domingo de Carnaval y en las calles de Aretxabaleta volvía a interpretarse Txino dantza al compás del txistu; un baile que se perdió en el contexto de la Guerra Civil y no despertó de su letargo hasta cuatro décadas más tarde. Este 2025 se cumple medio siglo de la recuperación de esta coreografía que es una seña de identidad de los Aratusteak atxabaltarras. Aprovechando el aniversario, el 9 de febrero, que curiosamente también cae en domingo, Loramendi Txistu Taldea ha organizado un acto conmemorativo que aderezará con la exposición fotográfica que abrirá sus puertas el próximo lunes en Arkupe.
“50 años es una fecha redonda, y las y los txistularis pensamos que había que hacer algo especial, ya que Txino dantza es un referente del Carnaval. El punto de partido fue identificar a los protagonistas de aquel 9 de febrero de 1975”, explica Jokin Antxia. Ramón Eraña, impulsor de la iniciativa, haciendo sonar el txistu; Fidel Iturbe (atabal) y los dantzaris Luis Mari Ezkurra, Roberto Urteaga, Lorentxo Gorroño, Andoni Altube, Jesús Arregi, Imanol Galfarsoro, Jesús Aizpurua, Miguel Pérez, Sabin Urreta y Ricardo Uribesalgo se encargaron de 'resucitar' el baile que distingue al Carnaval de Aretxabaleta.
50 aniversario
Con la presencia de algunos de estos protagonistas, el próximo 9 de febrero recordarán “el antes y el después” de la historia de esta dantza en un “sencillo acto”, según avanza Antxia, que tendrá como escenario el vestíbulo del Udaletxe Zaharra, a partir de las 13.00 horas. Después se citarán en la calle Durana para bailar bajo el lema 'Beste 50 baietz'.
El 50º cumpleaños se celebrará, asimismo, con una muestra que del 3 al 28 de febrero llenará de fotografías las paredes de la sala de exposiciones de Arkupe. Una treintena de instantáneas que invitarán a hacer un recorrido a golpe de clic desde aquellos inicios en blanco y negro de 1975 hasta la actualidad a todo color.
Suspendida con la guerra
Un camisón blanco, la cabeza cubierta con un gorro o un pañuelo anudado, en los pies albarcas, alpargatas (o zapatillas en la época actual), calcetines de distinto color y el rostro pintado con corcho es la indumentaria y caracterización de la Txino dantza. La Guerra Civil interrumpió este tipo de celebraciones festivas y, en consecuencia, se suspendió la danza típica atxabaltarra. Durante la dictadura franquista los carnavales se mantuvieron prohibidos, y tras algún intento anterior, en 1975 se recuperó la tradición de la Txino dantza de la mano de Loramendi Dantza Taldea, bajo la dirección de Ramón Eraña. Fue Juan José Garciaetxabe quien transmitió los detalles de esta coreografía anterior a la guerra; de la transcripción musical se ocupó el txistulari y compositor Demetrio Iriarte, y la letra la tradujo al euskera el propio Eraña a partir de una versión recogida por Edurne Galdos en castellano.
Aunque en un principio este baile era cosa solo de chicos, a partir de 1998 las chicas son una pieza más de esta puesta en escena, que a ritmo de txistu tiene lugar el domingo de los Aratusteak, desde 2005 a cargo de los Santa Ageda neska-mutilak. Además, en torno a Txino dantza se han construido otros símbolos del Carnaval: el entierro del Txin que desde 1987 despide la fiesta en la jornada del martes, y Txapel Txin que la anuncia, pero este último desde hace 18 años.