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Transgresión y sorpresa

La segunda edición del festival Lunakrea toma Vitoria - Cincuenta propuestas de todo tipo se repartieron por la capital alavesa

Egilea
Txema G. Crespo
Komunikabidea
El Pais
Mota
Albistea
Data
2009/09/12

La jornada comenzó con una mesa redonda, una cita profesional con tres iniciativas pluridisciplinares que trabajan en el diseño gráfico y las nuevas tecnologías: Domestika, Ideolab y Stereozona. Se trataba de afrontar la realidad de un gremio nuevo, que vive aún en la frontera entre la dedicación profesional, el hobby y la ausencia de referentes formativos, pero que cada vez se demanda más ante la implantación de la comunicación vía web. "Nuestra formación es autodidacta, continua y pluridisciplinar. No se trata tanto de conocer los programas informáticos, como entender el concepto de lo que se tiene que realizar", resumió uno de los participantes.

Tras el debate, llegó el momento de la calle, en pleno centro de la capital, donde las propuestas pillaron por sorpresa a más de uno. No hay que olvidar que la voluntad de Lunakrea, organizado por el centro de arte Krea de la Vital, pasa por ofrecer un espacio a los nuevos creadores, que buscan en muchas ocasiones la transgresión musical o escénica. Es el caso del montaje de Ertza Bihar jaio nintzen, un obra de danza contemporánea con guiños a algunos pasos tradicionales vascos que llamó la atención de los espontáneos.

La sorpresa también llegó en la librería Arriaga cuando comenzaron a acturar los bertsolaris Iñaki Viñaspre y Andere Arriolabengoa ante la sorpresa de los clientes, que se quedaron atónitos mirando por encima de los libros, en busca del origen de unos bertsos que habían comenzado diciendo en euskera: "Aunque llevo muchos años cantando bertsos, es la primera vez que lo hago en una librería".

Ese tono festivo, en cierto modo díscolo, también llegaba en las notas de Algarabía, la composición de María Andueza que presentaba cerca de la plaza de España. Aunque Lunakrea también dejaba espacio para propuestas más hedonistas, como la que ofrecía DJ Cubo en el bar La Malquerida o la performance de los modistas alaveses, con maniquíes tomando el te frente al café Plaza.

La noche pedía otros ritmos, los que ofrecieron Young Talent Show en el bar Gora, folk americano desde Euskadi, o Triple Combo en el Green Bay, hip hop y rap desde Vitoria con proyección internacional. Al mismo tiempo que se cerraba la edición del periódico de hoy, Lunakrea ofrecía su último espectáculo, un broche para una jornada cañera: el rock'n'roll sesentero de los irlandeses Jaded Sun, buena ración de decibelios para acabar la fiesta.

Festival Lunakrea

Una de las actividades que llenaron ayer Vitoria en la celebración de Lunakrea.- L. RICO

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