«Teníamos la inquietud de conseguir un Carnaval único, con su propia personalidad»

El carnaval tradicional de Abanto, que el día 10 se celebró en Gallarta y que este sábado se repetirá en Sanfuentes (a partir de las 18.00 horas desde Santa Lucía), en realidad sólo tiene dos décadas. El grupo de danza Meatzaldeko Harrigorria, con Jesús Mediavilla a la cabeza, investigó las tradiciones que se habían conservado en el municipio y dio forma a esta fiesta que mezcla el folclore vasco con elementos nuevos creados a partir del pasado minero local.

- Nació de un trabajo de investigación. ¿Qué descubrieron?

- Ya había notado una carencia en la zona, como si aquí no hubiesen existido bailes propios o como si se los hubiera tragado la historia, y no queríamos hacer lo mismo que ya se hacía en otros municipios. Teníamos la inquietud de conseguir un carnaval único, con su propia personalidad. Para la investigación, hablamos con gente mayor que recordaba algo del folclore de entonces y preguntamos por los miedos que tenían en la mina. Miedo a las enfermedades, como ocurría en el mundo rural con las plagas. Eso es un eje en los carnavales porque se representa un mal al que luego se va a quemar para erradicarlo. 

- ¿Cómo ha evolucionado?

- El comienzo fue difícil. Costó hacerlo arrancar porque la gente no estaba acostumbrada. Hubo que explicarlo y dimos charlas en los colegios y en el Museo Minero. Ahora ya lo ven como algo suyo. Los que tienen 20 años lo han estado mamando toda su vida y para ellos es una cosa tradicional. Por lo demás, no ha cambiado mucho. Por la mañana se sigue haciendo la cuestación, con unas 60 personas de 'meatza mozorroak' que recogen la comida que los vecinos y los bares les entregan, y por la tarde es el mogollón, el desfile, con unas 200 personas. El eje sigue siendo el mismo, aunque hemos ido renovando las figuras de los personajes y de los cabezudos que eran de gomaespuma por otros con un realismo total. Este año sustituimos el último, el 'Zangaluze'.

- ¿Qué personajes hay?

- El principal es el 'Bizkarbaltza', que representa el mal genérico al que se le quema para acabar con el ritual. Está el 'Beldarroi', de aspecto gordo y devorador, el 'Zangaluze', una especie de gigante, el 'Artauntxoa' que equilibra la balanza entre el bien y el mal. Tenemos el 'Hartza eta Hartzazaina', el oso que se despierta del letargo y sale como una fiera, las 'Sorginak', las brujas, que como característica propia llevan unas barrenas mineras. También, los 'Meatza Mozorroak', que llevan un traje como el de los mineros cuando faenaban a cielo abierto. Es un Carnaval muy dinámico y vistoso que nos hace retroceder en el tiempo viendo la mezcla entre lo rural y lo minero.

- ¿Genera mucha actividad?

- Sí. Previamente se hacen talleres para que la gente nueva pueda confeccionar su propio disfraz y semanas antes estamos trabajando a tope para arreglar lo que se haya podido romper y mejorar cosas.

Identidad propia

- ¿Se conoce fuera de Abanto?

- Se va viendo por las redes sociales, y, de hecho, cuando lo buscas en internet ya aparece un montón de información. Las charlas han atraído gente y hay personas de otros municipios que nos han preguntado cómo lo pusimos en marcha y que se acercan a verlo porque saben que no van a encontrar otro igual. Ha conseguido tener su identidad propia. Y ha habido varios investigadores que han hecho estudios para el Gobierno vasco y la Diputación que lo han recogido como parte de los carnavales tradicionales.

- ¿Y hacia dónde va este Carnaval?

- Ahora lo que queremos es que se mantenga, que dentro de 50 o de 100 años se conserve como se conserva la romería de Santa Águeda. Las charlas y las visitas a los colegios han ayudado mucho a crear cantera y el Carnaval ha calado entre los chavales de unos 14 años, que ya están esperando por la tarde buscando a los personajes para correr delante de ellos. Los críos son primordiales. ¿Qué iban a hacer los cabezudos sin ellos?