Aunque la noche había sido larga y el día había amanecido gris, el sol terminó saliendo para hacer que Tafalla brillase más que nunca en uno de sus días más importantes del año: San Sebastián. La Aurora marcaba el despertar de la ciudad con su inconfundible sintonía a las 07:00 horas, como manda la tradición. No fue sin embargo hasta las 11:30 cuando la mayoría de vecinos y vecinas salieron de sus casas para acompañar a la Corporación Municipal hasta la iglesia de Santa María. Maceros, clarineros, timbaleros, así como los personajes de José Lagunero y Teodoro Rada Radica con sus respectivos zaldikos, las componentes del grupo de danzas, los txistularis, y cómo no, la comparsa de Gigantes, Kilikis y cabezudos animados por la banda de música La Tafallesa, completaban la amplia comitiva.
“Llevo tantos años en la Comparsa, que estas salidas las siento como propias. De hecho, a quienes bailamos los gigantes nos hace igual de ilusión bailar que a los más txikis. Salimos contadas veces al año, aunque el día de hoy y el 15 de agosto puede que sean las salidas más simbólicas”, comentaba Alaitz Lizarazu, miembro de la Comparsa desde hace 21 años. “El 20 de enero en Tafalla siempre es un día bonito. Al final es el patrón y las personas que sentimos Tafalla vivimos este día con una sensibilidad especial. Además, como parte de la Corporación son momentos que notas el cariño de la gente, te sientes arropado y eso siempre es positivo”, exponía Xabier Alkuaz, alcalde de Tafalla.
Tras la rigurosa Misa, en la que no faltaron las voces de la Coral Tafallesa, toda la comitiva realizó el viaje vuelta hasta la Plaza, donde Gigantes y Dantzaris bailaron La Pilindros para poner fin a los actos principales del día grande de la localidad.