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Tabakalera baila al ‘agarra0’

El cierre temporal por obras del hogas del jubilado egiatarra, en Duque de Mandas, lleva su tradicional baile dominical a la cuarta planta del edificio cultural, que a veces llena su aforo de 250 personas.
Komunikabidea
Noticias de Gipuzkoa
Mota
Albistea
Data
2018/06/03
Lotura
Noticias de Gipuzkoa

La cuarta planta de Tabakalera, en la que se ofrecen exposiciones, como la de pintura de Laura Nieto colgada hasta el 10 de junio, sirve también estos meses como salón de baile alternativo para los jubilados del hogar Egiatarra, situado a pocos metros del edificio cultural, y cerrado actualmente por obras de reforma. Cuando se entra en la vieja fábrica de cigarrillos su grandeza no deja sospechar el ambiente provocado por las notas de música que resuenan con fuerza en la planta alta, oficialmente bautizada como Kutxa Kultur Plaza. El espacio se transforma los domingos por la tarde en una pista de baile y se olvida de la creación cultural contemporánea para dar paso al meneo popular.

Parejas entrelazadas, movimiento corporal generalizado y sonrisas sudorosas inundan el amplio espacio que todos los domingos se llena de música y de personas de edad madura evolucionando con ritmo. Los asistentes dan rienda suelta a una afición que combina el ejercicio y la diversión, como las técnicas de bienestar que se publicitan como lo más moderno.

El aforo de la sala, de 250 personas, se llena en ocasiones pero, por regla general, la cifra de danzantes no baja de los 160. Al baile de Tabakalera asisten bastantes más aficionados que al del hogar Egiatarra, simplemente porque el aforo de este último es inferior e impide sobrepasar el centenar de asistentes. Además, en las tardes de los primeros sábados de mes, en Egiatarra se notaba la competencia de los llamados “sábados de baile”, que organiza el Programa 55+ del Ayuntamiento en la casa de cultura de Okendo, Anoeta, El Antiguo e Intxaurrondo.

“Con el baile se nos quitan todos los dolores y es la mejor terapia”. Así lo subraya Dámaso Riera que, a sus 67 años y recién operado de la cadera, ha dejado de agitar el esqueleto, pero que sigue con la imprescindible labor de poner la música de las sesiones, con lo que disfruta. “No soy de los que pone la música y se va al bar a jugar la partida. Voy cambiando los temas en función de la gente”, señala el responsable, que enumera la larga lista de estilos que suenan los domingos en Kutxa Kultur de Tabakalera: tango, bachata, salsa, rock, mexicanas, vals... “Voy poniendo de todo, también Despacito, que a la gente le gusta mucho bailar a lo suelto, y también las últimas que se escuchan, como Chica, chico, baila conmigo”.

 El apasionado disc-jockey se dedica a esta tarea desde hace 20 años cuando impulsó la celebración de los bailes en el hogar Egiatarra, al principio, solo los sábados por la tarde. “Venían unas pocas parejas y poco a poco fue llegando más y más gente. Entonces empezamos a celebrar el baile también los domingos y resulta que venía aún más gente, quizás porque los domingos hay menos cosas que hacer”, recuerda. En Tabakalera, sin embargo, el baile no se celebra los dos días del fin de semana sino solo el domingo: “No lo organizamos porque no nos dejan;pero ya nos gustaría y también se llenaría”, afirma el responsable de seleccionar las melodías.

Dámaso, que ha tenido diversos oficios en su vida, desde carpintero a camionero, siempre ha sido un enamorado de la música y del baile, aunque no ha podido dedicarse a ello. “Aunque vivo en Egia desde joven, nací en Pamplona y siendo niño me escapaba del tercer piso para ir al baile de la Txantrea;siempre me ha gustado”, destaca. Y da fe de que su pasión no es muy original porque el baile de Egiatarra, ahora provisionalmente Tabakalera, tiene un público fiel que no se cansa. Si lo hace, es solo físicamente, lo que ayuda a mantener el cuerpo en forma y a dormir mejor, como destacan algunos de sus asistentes.

precio temporal
Dos euros
Alquiler

El baile de los jubilados de Egia no está cerrado a los mayores de otros barrios o localidades. Los asistentes se juntan, hacen nuevas amistades y disfrutan de una tarde alegre al módico precio de dos euros. En Tabakalera se cobra esta entrada, mientras que en el hogar el precio era de un euro. El motivo de la subida es que los jubilados deben abonar parte del alquiler de la sala de Tabakalera, que ha formalizado el Ayuntamiento mediante un acuerdo con Kutxabank. El Consistorio se hace cargo del 60% de la renta mientras que el hogar de mayores paga el 40%. 
Para lograr los ingresos necesarios, dos mujeres, Adoración Sagarna y Amelia Rodríguez, cobran la entrada a quienes llegan a la sala de baile de Tabakalera directas desde el ascensor. Los que se dirigen a la zona en la que se exponen cuadros o fotografías son seguidos por la mirada, pero no se les reclama el precio del acceso al baile.

La afición por danzar de las personas mayores, no todas asiduas en el pasado a las discotecas, no solo sirve para su disfrute una vez a la semana. Algunas de ellas, especialmente implicadas en los bailables, se atreven con sevillanas y componen también otras coreografías, como las muy exitosas de El Coyote (música country), que se conocen como baile en línea, y son muy populares en puntos vacacionales de jubilados como Benidorm. Estos grupos, de una treintena de personas, no se conforman con dar rienda suelta a sus bailoteos sino que los ofrecen como espectáculo en residencias de ancianos, como San José de la Montaña y otras, donde son requeridos para ofrecer una ración de alegría a los que viven en estos centros. l

La cuarta planta de Tabakalera se ha covnertido en un salón de baile durante las obras del hogar del jubilado de Egia.

La cuarta planta de Tabakalera se ha covnertido en un salón de baile durante las obras del hogar del jubilado de Egia

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