La bajada de Mari es uno de los eventos más emblemáticos de las Loinatz Jaiak, ya que es la actividad encargada de dar inicio a las queridas fiestas de Beasain desde 1990. Este 10 de mayo se cumplirán 34 años de aquella primera vez. 34 años de akelarre, fuego e ilusión. Sin embargo, esta vez se celebrará con ciertas modificaciones, todas ellas orientadas a mejorar tanto la calidad del espectáculo como la seguridad.
Dificultades
“La bajada de Mari se ha convertido en un evento lleno de aspectos positivos pero también ha traído consigo otras dificultades que hay que tratar de corregir”, señaló la alcaldesa de Beasain, Leire Artola, en compañía de las asociaciones organizadoras del evento, durante una rueda de prensa.
“Estamos convencidos de que el número de personas que baila tanto en el estrado como alrededor del mismo es excesivo”, comentó José Ramón Iraola, en representación de la Asociación Arrano Kultur Elkartea. Por ello, se ha limitado el número de dantzaris.
En el escenario se permitirá la participación de 40 personas nacidas en 2007, mientras que en la plaza podrán bailar 300. Todos los dantzaris deberán llevar un pañuelo que será distribuido durante los ensayos. Se proporcionarán dos tipos de pañuelo: uno para aquellos que bailen en el escenario y otro para los que lo hagan alrededor del mismo.
Los ensayos tendrán lugar los días 26 de abril y 3 de mayo, a las 19.00 horas, en el polideportivo Antzizar, así como el mismo día 10 de mayo, a las 20.00 horas, en la Plaza.
Aquellas personas que no asistan a los ensayos y, por lo tanto, no obtengan un pañuelo, no podrán participar en el baile en la plaza. Sin embargo, tendrán la oportunidad de bailar en la plaza Zubimuzu.