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Sembrando en la escena de la danza

Formar y apoyar a los profesionales, potenciando la exploración y la creación. Llamar y sumar al público propiciando el contacto cercano con creadores de primer nivel. Dos objetivos que danZálava persigue sin descanso.
Egilea
Carlos Gonzalez ./ Jorge Muñoz
Komunikabidea
Noticias de Álava
Mota
Albistea
Data
2018/03/18
Lotura
Noticias de Álava

La última en responder a la llamada fue María Muñoz, Premio Nacional de Danza, hace pocas semanas, justo coincidiendo con el primer aniversario de la puesta en marcha de danZálava. De la mano del proyecto, a lo largo del anterior curso y del actual, por la capital alavesa han pasado artistas de primer nivel como Mónica Valenciano, Agostina D’Alessandro, Mala Kline, Guillermo Weickert, Daniel Abreu... todos ellos con la intención de sumar su experiencia y trabajo en ese objetivo común de sembrar tanto entre los profesionales como entre el público en pro de la danza contemporánea.

A raíz de una beca de formación concedida a Zuriñe Benavente para acudir a Bruselas, tanto ella como Ignacio Monterrubio (fundadores y miembros de Altraste Danza) empezaron a dar forma a esta iniciativa. “No es una ayuda para ir a un centro en concreto o para trabajar con alguien y ya está, sino que es una fórmula abierta en la que puedes elegir y variar”, explica la creadora. “Aquí sí te puedes formar, pero en la primera etapa. Cuando llegas a tener un determinado nivel, o te vas o te vas. Salir está bien y puede ser muy beneficioso, pero ¿por qué no generamos también aquí las condiciones para que puedas volver o quedarte?”. Una reflexión, eso sí, que no se queda ahí, que también traspasa al otro lado, al del público. “No puedes pretender que a espectadores que nunca han visto danza contemporánea, les programes una actuación y acudan en masa. Es imposible. Es algo que hay que construir poco a poco”, señala el artista.

Sobre estas dos preocupaciones, ambos sustentan un proyecto que cuenta con el apoyo del Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela, la asociación de padres y madres del centro (que se denomina Pas de Basque), el Taller de Artes Escénicas, Artium, Espacio Sinkro, el Kolectivo Monstrenko, el Gobierno Vasco, la Diputación alavesa y el Ayuntamiento de Gasteiz.

Sin perder de vista la labor que vienen desarrollando en los últimos años el espacio de creación Azala y la sala Baratza, además de las líneas de trabajo que se siguen en territorios cercanos como Bizkaia y Gipuzkoa, danZálava ofrece a lo largo del curso entre cinco y seis encuentros en la capital alavesa que, por lo general, se estructuran a lo largo de un fin de semana. Jornadas en las que, de manera general, los profesionales invitados tienen dos funciones. Por un lado, con el José Uruñuela como centro de operaciones, se realizan talleres formativos pensados, en principio, para una quincena de participantes, aunque ha habido alguno en el que han tomado parte hasta 25 personas, un número que, eso sí, Altraste Danza no quiere repetir. Hasta el momento, no sólo han querido beneficiarse de esta propuesta bailarines de aquí, sino que también han acudido procedentes de, por ejemplo, Santander, Vigo, Alicante, Barcelona, Toulouse, París, Chile...

Por otro, se llevan a cabo encuentros con el público en general, citas en las que “se baila pero sobre todo se establece una conversación entre los creadores y los espectadores;así la gente ya no sólo ve a un extraño ser que hace algo, sino que ven a una persona que se expresa”. Aún así, aquí también Benavente y Monterrubio no quieren morir de éxito. “Con Muñoz llegamos a tener 110 personas, cuando en el origen nuestra intención era reunir a unas 60, como máximo, para favorecer la conversación y la relación”, apunta Monterrubio, quien tiene claro que “esta demanda debería derivar en un festival de tres días o algo por el estilo”.

En paralelo a estas dos líneas de trabajo, también se apuesta por asesorar a los bailarines en sus procesos de creación, una labor que en este segundo curso está recayendo en la figura de la creadora Idoia Zabaleta, fundadora de Azala. Además, danZálava ha realizado ya, y quiere repetir la experiencia, un laboratorio de creación junto a Kline, donde se da un paso más allá de la formación para entrar en el área de la producción.

TRABAJO Para hacer todo esto posible, eso sí, es necesario hacer un esfuerzo importante. “Cuando se terminó el primer curso estábamos agotados;esto te quema porque no puedes luchar contra todo, así que en el segundo hemos querido medir un poco mejor”, más allá de que, como reconoce Benavente, “de repente eres un artista metido en tareas de gestión y muchas veces no sabes cómo tienes que hacer las cosas”.

Además, hay que definir bien con quién interesa contar, en qué líneas de trabajo se quiere profundizar... “En la danza contemporánea hay un lado más técnico pero también otro más de exploración, improvisación, creación... Ahí es donde estamos nosotros, aunque tal vez ahora haya menos demanda en este aspecto. Eso implica más esfuerzo pero también da más satisfacción”. En esa senda, es imprescindible la implicación de los creadores que aceptan la llamada del proyecto, intérpretes y coreógrafos que, “hasta el momento, siempre han dicho que sí más allá de que luego haya que cerrar agendas”.

De todas formas, incluso esa cuadratura del círculo que siempre supone la pelea por la financiación (también con unas instituciones públicas cuyas convocatorias de ayuda nunca van más allá de un año), el trabajo que lleva a cabo danZálava tiene un horizonte claro: “queremos que la danza contemporánea sea algo de la ciudad, de la gente, del público. El fin es que haya gente que demande danza contemporánea, que vea que es necesaria y, por lo tanto, que el profesional pueda desarrollarse y vivir aquí”. También, si se cumple algún día el objetivo fijado en algún plan vasco de la cultura ya pasado, de crear en Álava una Casa de la Danza. El futuro dirá si eso se cumple. De momento, el proyecto de Altraste Danza sigue con paso firme.

Ignacio Monterrubio y Zuriñe Benavente, responsables de danZálava;abajo, instantes compartidos con Iñaki Azpillaga, Daniel Abreu y Mala Kline.

Ignacio Monterrubio y Zuriñe Benavente, responsables de danZálava;abajo, instantes compartidos con Iñaki Azpillaga, Daniel Abreu y Mala Kline.

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