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San Bartolomé ya está aquí tras una víspera repleta de buen ambiente popular
Una víspera excelente
El teatro popular, organizado por Hauspoa Kultur
Elkartea, volvió a derrochar ayer buen humor y todo su ingenio por las
calles de Ibarra, que fueron recorriendo durante toda la mañana. El
mérito de este teatro callejero es doble. Por una parte, todos los
actores son vecinos de Ibarra, pero además, son ellos mismos quienes
elaboran el guión, el vestuario, así como la música en directo de los
dulzaineros.
Jesús Peñagarikano, uno de los organizadores, explicaba antes de salir a escena cómo se ha ido tejiendo el argumento de la obra Zirujauaren zor madarikatua:
«Todos los años partimos de un dato histórico, vamos al archivo y
extraemos lo que nos interesa y después vamos adaptándolo según nos
apetezca. En este caso, hemos escogido la historia de un médico, que
hacia 1940 trataba a los enfermos de Leaburu, Belauntza e Ibarra. Al
morir éste, su viuda trata de recuperar la deuda que los ayuntamientos
contrajeron con su marido».
Los vecinos de Ibarra no quisieron perderse la
interpretación. Las escenas resultaron muy cómicas y fueron aplaudidas
por más de un centenar de personas que los acompañaban. Al finalizar,
acudieron todos juntos a comer el asado pampero en la ikastola.
Por la tarde, se celebró la carrera ciclista, los niños
disfrutaron con el teatro musical de Betizu, sonaron las campanas de
víspera, bailaron sokadantza y los actos de deportivos de sokatira y el
homenaje a los deportistas atrajeron a numerosas personas.
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