Sabin Bikandi y el grupo de danza Kukai triunfan en los Premios Max de teatro

Mejor composición musical y al mejor elenco

Las artes escénicas vascas triunfaron el lunes por la noche en los Premios Max 2015. Sabin Bikandi y la compañía de danza Kukai fueron galardonados por la obra Gelajauziak en una ceremonia que tuvo lugar en Barcelona.

El músico, compositor y arreglista Sabin Bikandi se alzó concretamente con el Premio Max 2015 a la mejor composición musical para espectáculo escénico por poner música a la obra de Kukai Gelajauziak. “Lo he vivido con mucha alegría y estoy muy contento, es bonito que la propia profesión reconozca tu trabajo, tu trayectoria y todo lo que haces. Siento satisfacción y alegría”, relata a DEIA Bikandi. Este músico de Galdakao -junto con Xabier Erkizia, artista que también ha participado en la creación de la partitura- competía al premio con otro autor vasco, Iñaki Salvador, que compuso la música para Zazpi aldiz elur, Mikel Laboa Elurretan, y Alberto García Demestres por L’Eclipsi. Bikandi no esperaba alzarse con el galardón y afirma que, antes de acudir a la ceremonia de entrega, bromeó con Jon Maya comparándose con “el Eibar en el Camp Nou jugando contra el Barça”. “Estar en el Camp Nou ya es bastante, y para mí ese Barça era Iñaki Salvador”, asegura el también miembro fundador de Aiko Taldea.

Al subir a recoger su premio, Bikandi tuvo palabras de agradecimiento para su familia, el coautor de la partitura Xabier Erkizia, y para Jon Maya y el equipo de Kukai. Además dio las gracias a la mujeres que le han “acompañado en la vida y bailado” con él, y dedicó su galardón a “ese viejo oficio de tocar para bailar”. Para el artista la gala fue toda una sorpresa, “una ceremonia muy cercana y humana, mucho más de lo que imaginaba”. “La gente se acercaba para felicitarnos, fue una noche muy bonita”, relata.

“No sé si que dos de los tres nominados fuéramos vascos es significativo o solamente una casualidad, pero creo que hemos currado mucho y muy bien. Y para mí solamente estar al lado de Iñaki Salvador ya era todo un premio”, explica Bikandi sobre su reconocimiento por la partitura para esta obra.

Bikandi concluye que “además de tocar y bailar para que otros disfruten, hay que trabajar para que la gente participe y viva la danza”. “Hemos tenido la suerte de aprender mucho de la danza tradicional y nos preocupa transmitirlo para que la gente disfrute como nosotros hemos disfrutado de la música y el baile, y trabajamos para ello en varios frentes. Proyectos no nos faltan”, concreta el músico, que además es uno de los promotores de la iniciativa Dan-tzaldi Ibiltaria, orientada a la enseñanza del baile tradicional para adultos.

La obra Gelajauziak se estrenó en marzo del pasado año y se ha representado en numerosas localidades de Euskadi, e incluso por varias ciudades de Argentina. En 2014 logró el premio al mejor espectáculo de Euskadi en Umore Azoka de Leioa.

un impulso La compañía de danza Kukai recibió en la gala celebrada en Barcelona el premio de mejor elenco por Gelajauziak. El director de la agrupación, Jon Maya, se muestra satisfecho tras recibir el galardón: “Estoy feliz”, asegura.

“Los premios siempre ayudan, aunque lo importante y para lo que trabajamos es el día a día: hacer funciones, crear nuevas cosas y que nos vea el público. Todo eso es lo que más nos importa”, concreta el bailarín de Errenteria.

Sin embargo, Maya confiesa que en el camino de esta profesión, “que se reconozca tu trabajo y lo premien siempre ayuda, porque estos pequeños subidones impulsan un poquito”. Precisamente el proyecto Gelajauziak nació de la unión entre el coreógrafo Cesc Gelabert y la compañía de danza de Maya. La pieza toma como base la obra del escultor Nestor Basterretxea y, a través de la investigación, ofrece una nueva visión de los bailes vascos tradicionales. “Es cierto que esta obra estaba preparada para ser vista en la calle, porque cuando propuse la idea y la diseñé era una pieza de calle”, explica Maya. Sin embargo la obra tomó otro rumbo, ya que fue un éxito al aire libre, y el equipo decidió realizar una adaptación para los escenarios. “Kukai realiza espectáculos de baile de hoy inspirándose en la danza tradicional vasca”, apostilla Maya, quien define Gelajauziak como un “espectáculo contemporáneo basado en la danza tradicional vasca”.

La compañía afincada en Errenteria comenzó su andadura con la creación de la coreografía Deiadarra (2001). En el año 2002 realizó su primer trabajo de larga duración, en colaboración con Tanttaka Teatroa. Desde entonces Kukai no se ha bajado de los escenarios realizando numerosos proyectos. “Nuestro elenco está formado por chicos que se conocen desde que tenían tres años, desde la ikastola, y que han bailado juntos desde los seis años. Yo les conozco de siempre y ya llevamos doce años trabajando juntos en la compañía. Trabajamos todos los días y ensayamos alrededor de cuatro horas. Son muchos días de furgoneta, de camerino... somos una familia”, relata Maya.

El coreógrafo asegura que Kukai se encuentra en un momento “muy bonito artísticamente”. “Es difícil afianzarse, porque esto es una carrera de fondo. En los tiempos que corren mantener un mismo elenco durante doce años es muy laborioso, tanto a nivel de gestión como a nivel creativo, pero estamos en muy buen momento”, afirma el director de la compañía.

Otros premiados Cuando deje de llover obtuvo tres de los galardones más prestigiosos: mejor dirección de escena, para Julián Fuentes Reta; el de mejor actriz protagonista, para Susi Sánchez, y el de mejor espectáculo de teatro. La obra El triángulo azul fue reconocida con los galardones al mejor diseño de espacio escénico para Arturo Martín Burgos, y el de mejor autoría teatral para Laila Ripoll y Mariano Llorente. El veterano Lluís Homar ganó el Max al mejor actor protagonista por Terra Baixa i Lluís Homar, una adaptación de la obra de Àngel Guimerà en la que el actor catalán interpreta todos los personajes. Blanca Portillo se hizo con el Max a la mejor interpretación femenina protagonista por su papel en El testamento de María, basado en la novela de Colm Toibin y dirigida por Agustí Villaronga.

Sabin Bikandi fotografiado ayer a la tarde en Zaratamo, a su vuelta de la gala teatral.Foto: Pablo Viñas