Con 9 años, la llamada del hermano Basilio mientras estudiaba en el colegio La Salle de Sestao permitió a Raimundo Flores, Mundi, adentrarse en “una de las mejores experiencias de mi vida”. Sus inicios en la danza tradicional los recuerda con cariño. “Este frailes nos dijo a mi hermano, a un amigo y a mí que fuéramos a hablar con Joseba y vimos que había chavales haciendo saltos, vueltas tijeras...”, comenta Mundi quien del Salleko pasó a Eusko Lorak. Posdel grupo y nos casamos con ellas. La siguiente generación de la familia también está en Mendi Alde Dantza Taldea”.
Esa unión con la entidad santurtziarra se gestó de manera temprana. Mundi se preocupó de que cada baile estuviera interpretado con sentido y con un vestuario concreto. No en vano, detrás de cada baile se esconde una parte del patrimonio cultural vasco. “Siempre me ha gustado el vestuario y he procurado estar con gente que sabe del tema y aprender de ellos”, confiesa la cabeza visible de Mendi Alde. Para ello, “hay que hacer muchas preguntas, ver muchas fotografías...”. Una documentación previa para que los trajes sean lo más fiel posible a los patrones originales.
Una de sus primeras incursiones en la recuperación de trajes fue en Lizartza. “Hace muchos años fuimos allí a aprender el baile del pueblo, que no se bailaba allí porque nadie lo hacía”, explica Raimundo Flores, quien quiso saber cómo eran los trajes asociados a esa danza. “Por medio de hablar con la gente del pueblo, por fotografías… Un día, un chico del pueblo nos dijo: lleváis un montón de tiempo aprendiendo una danza y os voy a dejar unos mantones que tengo en el desván que se utilizaban en esta danza. Nos los dejó para que hiciéramos copias”. Su esfuerzo por aprender la danza del carnaval de Lizartza sembró la semilla para que en la localidad se recuperara ese baile. “La primera vez que ellos salieron a bailar, les dejamos nuestros trajes”, admite Mundi.
La siguiente incursión con el vestuario fue más cercana: en Santurtzi. “Hablamos con el Ayuntamiento para recuperar la memoria histórica ligada a los trajes que usaban en la procesión del Carmen los porteadores, los arrantzales y las sardineras. En aquel momento, cada uno se vestía a su libre albedrío. Los que diseñamos son los que se usan hoy en día en la procesión”, destaca este hombre que no duda en trabajar con los mejores conocedores de la historia y el legado de los trajes tradicionales.
De hecho, mantiene una relación muy fluida con Ramón García, considerado uno de los mayores expertos de este ámbito. “Hablamos con él para hacer un vestuario de Arratia. Él nos ayudó y nos lo hizo”, asegura Flores, quien también trabaja muy estrechamente con Bizkaiko Dantzarien Biltzarra. “Les he ayudado tanto con el vestuario de danza tradicional como con el de danza social. Además, hemos hecho un montón de exposiciones de trajes”, subraya. Por esa colaboración tan cercana, por mostrarse siempre dispuesto a ayudar a realizar los trajes con las telas adecuadas, con los diseños precisos… el próximo viernes 25 de noviembre uno de los Dantza Tradizionalaren Esker Onak llevará el nombre de Raimundo Flores.
PREMIOS
Fecha. Viernes 25 de noviembre, en el Museo Guggenheim, a las 19.30 horas. La gala se podrá seguir en directo a través de deia.eus.
Galardonados. Kepa Junkera, el txistulari Juan Antonio Aroma, Raimundo Flores, Tronperri Dantza Taldea y Salleko Txistu eta Dantza Taldea, por sus 60 años de trayectoria, San Loren-tzo Dantza Taldea e Iremiñe Dantza Taldea, por la ‘Dantzari Dantza’ de Berriz, Goizaldi Dantza Taldea de Donostia por su 75 aniversario y Ondalan Erraldoien Konpartsa de Bilbao.