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Práctica de la danza vasca en Argentina
La colectividad vasca es aquí, muy numerosa, aglutinada en casi un centenar de Centros Vascos de los cuales un treinta por ciento tiene Grupos de Danzas en diversos estados de organización, la gran cantidad de Centros creo que se explica, a pesar de los doce mil kilómetros que nos separan de Euskalerria, por la intensidad que se vive acá lo vasco. La realidad es que aún en Centros pequeños y alejados de las grandes ciudades, la vida social es activa celebrando Aberri Eguna, Mikel Deuna, San Fermín, etc., con fiestas en donde la participación de todo el pueblo es intensa. También muchos realizan actos culturales con conferencias sobre diversidad de temas vascos, coros, exposiciones, Feria de Colectividades, y lo más importante, aprendizaje de euskera.
En este panorama, es normal que el baile ocupe un lugar privilegiado por lo que, Centro que puede, intenta formar un grupo, con suerte diversa, dado que a veces la buena voluntad no alcanza y no se cuenta con personas con suficientes conocimientos. Por otra parte es de destacar, que los Centros Vascos, son aquí más conocidos por Grupos de Danzas, que por cualquier otra actividad que realicen, dado que ellos viajan a otras localidades y se hacen conocer. El más importante evento de participación de dantzaris es la Semana Vasca que se realiza todos los años en diversas ciudades de Argentina, y a la que viajan casi todos los Grupos de Danzas.
Luego de esta introducción hablaremos de los grupos como ya dije más arriba, en muchos casos la buena voluntad no alcanza y los grupos no cuentan con directores idóneos, a pesar de que a veces se cuente con un voluntario de otro Centro Vasco que viaja para colaborar.
Hoy día el problema es menor que hace años, pues la difusión de videos de Euskalerria ayuda a armar coreografías y se pueden apreciar en detalle los trajes, de todas formas, esta no es la solución ideal, pues el pulido de los pasos tiene que ser corregido por un profesor en vivo.
Así llegamos al año pasado, 2002, en el que el Gobierno Vasco, ante los insistentes reclamos de parte de los Centros de la Diáspora, y no sólo de Argentina, sobre la falta de apoyo concreto (viaje de profesores, música, coreografías, asesoramiento sobre trajes, etc.) preparó el Gaztemundu correspondiente a ese año, dedicándolo a los directores de Grupos de Danzas, sin tomar en cuenta, esta vez, edad límite, para facilitar aún más la asistencia a este evento, corrió con la totalidad de los gastos, cosa muy necesaria en mi país, que como es sabido pasa un gran problema económico.
El curso estuvo preparado con el mayor esmero, con quince días verdaderamente intensivos, en que de la mañana a la noche teníamos, clases de danza, conferencias, recitales en vivo y el traslado a diversas localidades para presenciar la actuación de Grupos de Danzas de Euskalerria, como por ejemplo, Basauri, Ochagavía, Biarritz. A pesar de esto, el curso no salió todo lo bien que debería por la excesiva cantidad de danzas a aprender. Por ejemplo, vimos diez danzas de Álava de las que no teníamos ni idea en dos horas.
Creo que el problema partió de una errónea evaluación de la calidad de los participantes, dado que los profesores, indudablemente creían encontrar gente mucho más preparada, cuando en realidad y salvo contadas excepciones, el nivel nuestro en general estaba bastante por debajo del nivel medio de cualquier grupo de Euskalerria.
Los profesores fueron elegidos evidentemente con el mayor cuidado incluyendo especialistas de todos los Territorios Históricos y siendo estos indiscutiblemente de lo mejor. Tuvimos clases con Iñaki Arregi, Claude Iruretagoyena, Jon Fernández, Elena González Artaza, Sabin Egiguren, Patxi Perez, Patxi Laborda y conferencias con Mikel Aranburu Urtasun, José Ignacio Ansorena, Angel Murua, Juan Mari Beltrán, Juan Antonio Urbeltz, Iñaki Irigoyen, Joxe Miguel Bidador, Pedro Elosegi, pero creo que, justamente por estar convencidos de que estabamos en un nivel superior, dieron un programa demasiado extenso, como si en realidad fuéramos a repasar y perfeccionar pasos, cuando para muchos de nosotros muchas danzas eran la primera vez que las hacíamos. Así paso con las danzas nombradas anteriormente de Alava y a las que conocíamos solamente de oírlas y eso no todos, dado que en Argentina (no sé en otros países), se baila casi exclusivamente las danzas de Gipuzkoa, Bizkaia y algo de Nafarroa.
Lo que propondría al Gobierno Vasco respecto a la cuestión Danzas de la Diáspora es organizar cada dos o tres años, cursos de una semana de capacitación en diversos Centros que tuvieran capacidad logística, como organiza HABE los barnetegis de idioma, por ejemplo, y por lo menos para Argentina, no uno solo para todo el territorio, dado la gran extensión de este, sino varios distribuidos en diversas localidades tratando en lo posible que los gastos puedan ser amortizados en su totalidad por el Gobierno Vasco, (nuestra moneda tres a uno con el Euro hace que esto no sea excesivamente gravoso para éste), y de todas formas sería mucho mas económico que enviar a cuarenta Directores a Euskadi. Además creo que esos profesores que vengan tendrían en verdad poder para exigir a los Directores la puesta de los bailes aprendidos.
Creo que si esa escuela es bien aprovechada se verá en la Semana Vasca correspondiente donde debería estar presenciando los bailes el profesor que dio el curso, de esa forma el Gobierno Vasco tendrá la seguridad que el dinero y tiempo gastados en el aprendizaje de la danza en la Diáspora ha sido bien invertida. Esta aseveración no es ociosa por lo siguiente: aunque parezca raro, dado que los directores intervinientes deberían de ser los primeros interesados en renovar las danzas, integrar nuevas y pulir pasos, muy poco de esto se ha visto, incluso hubo directores que comentaron reservadamente que ellos iban a seguir bailando lo que sabían y que no pensaban incluir danzas ni pasos nuevos. A mí me parece que en muchos de los Centros (no sólo los grupos y los directores), no hay verdadero interés en la renovación dado que la Comisión Directiva podría exigir el cambio de danzas y no lo hace.
Así también las danzas que se realizan en la Plaza principal luego de la misa del domingo en la Semana Vasca son desde hace muchos años siempre las mismas, Ezpata Dantza bizkaino, Ezpata Dantza de Xemenin, Arcos, Fandango y Arin Arina (siempre el mismo), como ustedes podrán ver son únicamente de Gipuzkoa y Bizkaia ignorándose totalmente los otros territorios.
En conclusión, el Gobierno Vasco ha trabajado e invertido dinero y el tiempo de excelentes profesores para preparar adecuadamente los Grupos de Danzas de la Diáspora, y es una verdadera pena que tal esfuerzo se vea malogrado en parte por desidia de algunos de los Centros que deberían preocuparse por los Grupos de Danzas y su aprendizaje. Por eso creo sinceramente que la conclusión es la que propuse anteriormente.
Mi actuación como dantzari
Mis primeros pasos en la danza vasca comenzaron en el Centro Navarro de Buenos Aires. Durante todos esos años tuve como director al señor Jorge Alegre Aritza, al que recuerdo como un excelente bailarín, ya que tenía formación clásica. Puedo afirmar que sus puestas en escena eran muy ricas y vistosas porque poseía un gran dominio de escenografía. Los pasos y manejo de coreografías los aprendí de él, por aquellos tiempos no teníamos tanta posibilidad de material como videos y C.D.s y utilizábamos cassettes, y si bien se mantenía la estructura de las danzas, siempre había algo que se modificaba, muchas veces teníamos músicas de las cuales no conocíamos su coreografía, se trataba entonces de hacer una base vasca, pero con variantes.
El Centro Navarro no tenía casi contactos con Centros Vascos, sólo con el Laurak Bat de Buenos Aires y nosotros sólo bailábamos cuando se hacía la Semana Navarra, en la cual participamos siempre. Recuerdo que en dos ocasiones fueron los dantzaris de Acción Vasca al Centro Navarro y allí pudimos apreciar las danzas que hasta ese entonces nosotros no solíamos hacer, como por ejemplo el Ezpata Dantza, Uztai Dantza o Brokel Dantza.
Cuando en el año 1993 me incorporé al Centro Vasco Francés, mi visión sobre la danza cambio, a partir de entonces comencé a relacionarme más con los grupos de danzas vascos, participando como espectadora en las Semanas Vascas, buscando información, investigando y acercándome cada vez más a las raíces.
A partir de entonces, con la experiencia que poseía de mis años en el Centro Navarro, durante los cuales tuve muchas actuaciones en diferentes ciudades de la Argentina, así como en distintos eventos (actuábamos con el Conjunto en fiestas de Organismos Oficiales, Clubes, colegios, Ferias de Colectividades, reuniones sociales, televisión, etc.) y lo que había empezado a incorporar, pude formar una estructura para llevar adelante un Grupo de Danzas.
En este momento el Grupo que dirijo es de pocas integrantes, con mayoría de mujeres, pero a pesar de ello efectuamos danzas de todos los Territorios y tratamos de asistir a todos los lugares a donde nos convocan, de esta forma siempre estamos representando en todas partes no al Centro Vasco Francés, sino al País Vasco.
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