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Pili, compromiso social y altruista
Miembro de Danbolin Txistulari Elkartea y de Edurre Dantza Taldea en Basauri
Presidenta de Danbolin Txistulari Elkartea, responsable del Área de Mayores de Cáritas Bizkaia, profesora en la Facultad de Psicología de la Universidad de Deusto, dantzari de Edurre Euskal Dantza Taldea y voluntaria incansable. La basauritarra Pili Castro lo tiene claro: “Todo gira en torno a las relaciones sociales, que son capaces de mover el mundo”. Y lo dice además con la idea de colaborar, de ayudar al de al lado.
Y es que desde muy pequeña Castro descubrió la riqueza de rodearse de gente, de conseguir logros colectivos y, como no, personales. Ese estilo de vida lo ha adoptado en su día a día, por lo que “suelo estar bastante ocupada”, señala. El compromiso adoptado en cada uno de los ámbitos en los que participa también ha hecho que sea una de esas personas a las que conoce casi todo Basauri, municipio al que llegó de niña y por el que Castro siente pasión.
Desde pequeña intentó invertir su tiempo libre en formarse a la vez que se divertía. Y vaya si lo ha conseguido. Sus comienzos dentro del mundo de la música y la danza están relacionados. “Con cinco años, mis padres, al ser hija única, me mandaron a la iglesia de Ariz, donde muchos niños aprendían música”. A Castro le gustaba mucho cantar, “aunque no debía hacerlo muy bien, pero sí que empecé a estudiar solfeo”. Entonces se dio cuenta de que después de sus clases varios jóvenes aprendían a bailar también en Ariz. Allí comenzó su andadura el grupo Edurre, y Pili no dudó en apuntarse. Fue entonces cuando compaginaba el solfeo, la danza y el txistu.
Más adelante también estudió piano. Eso la ha llevado en la actualidad a dirigir Danbolin Txistulari Elkartea y a ser una de las personas que participa en la organización del Euskal Herriko Dantza Agerketa, como miembro del Edurre. En el grupo de danzas se siente como en casa. “Desde que empecé con seis años, solo he dejado de bailar dos años, cuando lo dejé y tuve que pedirles que me admitieran otra vez”. Y es que es otra de sus pasiones. Dentro del grupo “soy una más” e intenta no fallar cuando hace falta. Uno de los días marcados en rojo en su calendario es el de San Fausto “cuando bailamos en el día grande de fiestas”.
Después de todos estos años en los que no ha parado casi ni para coger aire, la basauritarra se da cuenta de que “en todo lo que participo lo hago totalmente convencida, y sigue siendo así”. Tal es así que hay mucha gente que le ha comentado que se cree lo que dice y hace. Pero para ella, siempre ha sido sin ánimo de recibir ningún reconocimiento. Simplemente, “creo de verdad que soy muy afortunada por poder estar donde quiero”.
Su compromiso con su pueblo y su cultura van más allá, y también suele colaborar en actividades solidarias, además de trabajar en Cáritas. Entre otras, colabora con la Asociación de Esclerosis Múltiple, ya que es una de las personas que ayudan en la campaña Mójate. “Me involucré porque a una amiga mía le diagnosticaron la enfermedad”. Lo hace en un estand en Basauri, “junto con otras muchas personas que participan”.
Si hay algo que ha conseguido esta basauritarra es, sobre todo, “un sentimiento de pertenencia muy importante a Basauri, con lo relacionado con el pueblo”. Asimismo, las diferentes actividades que realiza “me han regalado muchas amistades. Sin haberme apuntado a todo lo que he hecho, mi vida sería muy distinta y no me gustaría tanto”. Pero sobre todo, lo mejor “es contar con esa sensación tan buena que te aporta el hacer las cosas sin esperar nada a cambio, ni dinero, ni reconocimiento”.
Pili Castro. (Foto: I. Ugarte)
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