Pasaia se rinde ante el bailarín Iker Murillo

El Ayuntamiento rindió ayer en la plaza Biteri de Antxo un emotivo homenaje al bailarín pasaitarra Iker Murillo en su despedida de los escenarios. Un acto incluido dentro de la programación de Pasaiako Dantza Festibala permitió recordar su trayectoria profesional y brindarle el reconocimiento del pueblo en el que nació y dio sus primeros pasos en una disciplina artística en la que ha destacado a nivel internacional.

«Tenemos que sentirnos muy orgullosos de tener en Pasaia a alguien de la categoría cultural de Iker, que ha llevado el nombre de Pasaia con su danza a través de todo el mundo. Es algo que tenemos que valorar», manifestó la concejala de Cultura, Andrea Palomares, quien disculpó la ausencia de la alcaldesa en funciones, Izaskun Gómez, por motivos personales.

Sus palabras «de admiración, respeto y cariño» dieron paso a una serie de piezas que sirvieron para rememorar diferentes etapas de la vida artística de Murillo. Desde su participación en campeonatos de baile cuando aún era un niño a la apertura de su escuela en Pasai Antxo, Studio 24, pasando por sus éxitos en otros países y la nostalgia de su pueblo que le llevó a regresar. Diferentes artistas actuaron siguiendo un guion en el que participó activamente Iratxe de Arantzibia, crítica de danza de DV.

El momento más emotivo de este homenaje llegó cuando su marido, el bailarín y coreógrafo Vitali Safronkine, le sorprendió subiendo al escenario para bailar ante él y las decenas de espectadores que atrajo el evento. Visiblemente emocionado, Murillo recibió varios ramos de flores y la txapela de Pasaia de manos de dos de los responsables del certamen, Iurre Aranburu y Aiert Beobide.

El bailarín antxotarra se mostró especialmente ilusionado por el galardón recibido. Tuvo palabras de agradecimiento para sus familiares, amigos y su «compañero de vida», que decidió seguirlo hasta Pasaia haciendo suya la cultura vasca. «Juntos tenemos un bonito proyecto en marcha», señaló. Murillo dice adiós a los escenarios, pero no se despide de la danza, a la que sigue ligado en Studio 24.