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Otsagabia canta y baila a Muskilda
Pueblo y danzantes volvieron a la ermita y arroparon al mayordomo Timoteo de Andrés Ancheta
Venían de las dianas, pasacalles y del desayuno en casa del mayordomo, Timoteo de Andrés Ancheta, a cumplir con la tradición de dos paloteados y jota, a la Virgen y a la serora encargada de la ermita durante todo el año, figura inseparable de Muskilda, junto a los ya desaparecidos capellán y ermitaño.
A las 11.30, José Javier Sagardoi, Txepi, el bobo, gritó ¡Viva la serora y su familia!, y comenzaron las danzas con la mirada a la ventana donde Regina Toni, fallecida el pasado noviembre con 98 años, se asomó durante tantos años. Para entonces, en el interior de la ermita, su hija y sucesora en las labores, Jone Villanueva, vestía la singular talla del siglo XV y, con el sentimiento a flor de piel, en un día tan señalado para su familia, se dirigía a tocar la campana que llamaba a misa.
Compromiso Ataviado con el traje, vara de mando y medallón de oro de 1947, el mayordomo del patronato, Timoteo de Andrés Ancheta no disimulaba su emoción. “Hoy se juntan las tres piezas básicas de la historia de Otsagabia: el pueblo, la ermita y las danzas”, resumía el descendiente de mayordomos que se ha sumado a la larga lista familiar orgulloso de “mantener y respetar un proceso histórico e inmemorial, social, espiritual y cultural ... para que perdure en el tiempo”, expresaba.
Acompañado de su familia, vestida con los trajes típicos del valle, y arropado por la vecindad, el mayordomo abanderado hizo la procesión entre los danzantes acompañando la talla de Muskilda y siguieron después la misa oficiada por el venezolano Livio Ledezma, párroco desde hace seis años desde Aspurz hasta Izalzu.
Humo del almuerzo de danzantes en casa de la serora , nuevos sonidos de jota navarra en la ermita del tenor peraltés, Jesús Mari Irigarai, se mezclaron en el aire con el sentido canto popular “Montañas del Salazar”. Después, aperitivo y caldo compartido entre el patronato y los hermanos de Tardets.
Los danzantes asomaron para la despedida, entre ellos los debutantes : Mikel Azkoiti, Izai Kontin e Iker Agerre, al son de los gaiteros de Pamplona, Martín Ariztimuño, Ekaitz Santacilia y Jon Oroz. Por la tarde, se multiplicarían por cinco en el encuentro de cada lustro.
Los danzantes, ocho y el Bobo, bailan la jota a la serora de Muskilda ante los miembros del patronato y el mayordomo. Después, la repiten mirando hacia la ermita con la Virgen. (M.Z.)
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