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Ordizia acogió con alegría a los Santaneros
26 parejas participaron en la tradicional esku dantza que se celebra en Ordizia desde el año 1509
Música y color. Ésas son las palabras que mejor describen Ordizia cada 27 de julio. Ese día, parejas que han contraído matrimonio a lo largo del año suelen bailar la tradicional esku dantza de Santaneros en la plaza Mayor del municipio.
Es una tradición que se remonta al año 1509, y que sólo se ha visto interrumpida en tres ocasiones: en la Guerra Carlista de 1876, en la Guerra Civil de 1936, y en 1996, tras el asesinato de Isidro Usabiaga.
Como cada año, desde primera hora, los Santaneros se preparaban para su gran día. Ya a las 11.00 de la mañana, las 26 parejas, acompañadas por los txistularis de Ordizia, se dirigían a la parroquia, donde tuvo lugar la Solemne Misa de Santaneros. Tras la liturgia, llegaban todos a la plaza.
Los maridos fueron los primeros en entrar en el foro, cogidos de la mano, y ataviados con una blusa blanca y pantalones y calzado negros. Las mujeres -que portaban coloridos mantones de Manila que antiguamente sirvieron a las jóvenes para ocultar el embarazo- esperaban radiantes en el balcón del edificio de la Kutxa. María Isabel, vecina de Ordizia, comentaba que, normalmente, "la esku dantza suele empezar en la casa consistorial. Pero este año se están haciendo reparaciones en el ayuntamiento, por lo que han tenido que trasladar el lugar de la celebración".
Tras girar varias veces alrededor de la plaza, el primer y el último varón de la fila bailaron el agurra, el desafío y el zortziko. A continuación, cuatro hombres recogieron del balcón a la primera muchacha y la condujeron a la plaza, donde le bailaron un aurresku. Y repitieron el proceso con una segunda joven.
Los aplausos de los congregados en el foro no cesaron, a lo que los Santaneros respondían sonrientes.
El gran momento llegó cuando, finalmente, todas las mujeres bajaron a la plaza. Tras girar todos alrededor del foro sujetando en sus manos unos pañuelos, los soltaron y bailaron un fandago y un arin-arin.
Terminado el baile, los Santaneros desfilaron por las calles de la Parte Vieja de Ordizia, coincidiendo con las cuadrillas que celebraban también ayer su día grande. Además, los protagonistas recibieron un banquete, y prosiguieron la fiesta a las 23.30 horas, con la verbena del Día de los Casados.
Se trata de una tradición que para los ordiziarras es "muy bonita, y que se está reforzando con el tiempo".
Los Santaneros bailan sonrientes en la Parte Vieja de Ordizia tras finalizar la actuación en la plaza Mayor.
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