Oller descafeinado

Crítica, Carmen Metros

Los cálidos aplausos que Oller ha recibido en su única actuación ante el público gasteiztarra en el Teatro Principal, en la fría noche del 25 Marzo, constituyen el resultado de un montaje correcto, bien realizado pero de carácter soso, para el tema que se trata. La versión de 'Carmen'que propone Oller, no ofrece nada nuevo en cuanto a expresividad dramática, ni en cuanto a originalidad coreográfica.



Queda en la memoria del espectador, una Carmen borrosa y descafeinada, ya que el apasionamiento y la libertad de esta heroína de la Opera Cómica sevillana, se ha desdibujado en esta pretenciosa reinterpretación.



Hay que especificar que el montaje, en conjunto, es correcto; la escenografía de Joan Jorba es elegante, la iluminación está cuidada, el vestuario de Mercè Paloma es muy lúcido y los bailarines bailan bien, especialmente la protagonista Carmen y el torero Millo. Pero el resultado final queda como insustancial y sinsorgo.



Los grupos corales bailan al unísono danzas, como muy cuadraditas, muy sencillitas a nivel coreográfico y que no aportan nada nuevo al mundo de la danza contemporánea. Y si lo que se pretende con este montaje es hacernos partícipes de una nueva propuesta estética ambiciosa, el creador no lo consigue, pues está bailando igual que hace veinte años cuando comenzó con su compañía Metros.