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Oinkariak de Boise: 'La conexión con dantzaris de Euskal Herria es muy importante para aprender nuevos bailes'
Galdakao, Bizkaia. Las fiestas
de Galdakao, en Bizkaia, cuentan este año con una participación muy
especial: la de medio centenar de jóvenes dantzaris llegados desde
Boise, EEUU. Son los miembros de Oinkari, uno de los grupos de euskal
dantzak de mayor tradición en aquel país, que este mes de septiembre ha
viajado a Euskal Herria invitado por el grupo Andra Mari de Galdakao.
Instalados en el Aterpetxe de Bilbao desde el pasado domingo, los
jóvenes dantzaris idahoenses han presentado su repertorio de bailes en
diversas actuaciones en Galdakao y Durango. Hoy actuarán en Sopelana, y
mañana y pasado participarán en las fiestas de Galdakao, concluyendo su
gira el próximo lunes en Gernika.
La posibilidad de realizar
el viaje a Euskal Herria surgió de la mano de Andra Mari, que el año
pasado se desplazó a Estados Unidos para participar en el Jaialdi, la
gran fiesta de cultura vasca que se realiza cada cinco años en Boise.
Allí surgió la amistad entre ambos grupos y comenzó la relación que ha
culminado en esta gira por tierras vascas. 'Para nosotros es muy
importante esta conexión con Euskal Herria', declara a
EuskalKultura.com Jill Aldape, directora de Oinkari. 'Valoramos mucho
el contar con gente dispuesta a enseñarnos nuevos bailes', explica.
Lo cierto es que Boise es una de las bases mas importantes de la
Diáspora vasca en EEUU y Oinkari es un grupo con más de 50 años de
tradición y una base permanente de 70 jóvenes dantzaris, un número que
nada tiene que envidiar a otras formaciones en Euskal Herria. Pese a la
distancia con las raíces, Oinkari se mantiene en contacto con la
comunidad dantzari mundial, gracias a su amistad con grupos euskaldunes
y a las nuevas tecnologías. 'En mi e-mail recibo cada día noticias de
EuskalKultura.com, y estoy en contacto con la web dantzan.com y NABO
[Organización de Centros Vascos de EEUU]', explica Aldape.
Bizkaiera con acento norteamericano
'Nuestra presencia no deja de despertar asombro en parte del público de
aquí', reconoce Jill Aldape. Y lo hace no sólo por los conocimientos de
euskal dantzak que portan estos vascoamericanos, sino por el cerrado
euskera bizkaitarra con acento norteamericano de varios de sus
miembros. Miren y Yasone Lejardi, de 22 y 20 años respectivamente, son
dos de las dantzaris que aprovechan su estancia para practicar al
máximo el euskera aprendido en Idaho de sus padres y abuelos, de origen
vizcaíno. 'En casa siempre hablamos euskera con ama y aita', explica
Yasone 'y aquí nos estamos arreglando muy bien, haciendo muchos
amigos', explican.
El interés por los bailes vascos les viene de familia --su madre Gloria
es profesora de dantza-- y en sus actuaciones en Euskal Herria no ha
faltado la visita de tíos y primos de la rama que quedó aquí. Ambas
coinciden en que el recuerdo de este viaje será sin duda 'la gente, lo
bien que nos han tratado'. Jill Aldape, cuya familia paterna es
originaria de la zona de Gernika, apunta otro 'regalo' que los
dantzaris se llevarán en la maleta, junto a los nuevos amigos y pasos
de baile. Se trata de ganas, de pilas. 'En estos días todos han
aprendido algo más de euskera y este invierno varios de ellos se
apuntarán en el primer curso de Lengua Vasca de la Universidad Estatal
de Boise'.
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