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Nuevos tiempos para la dantza

El grupo de dantza Txindurri celebró ayer su 'Txindurri Eguna', un día creado con el objeto de mostrar a Ermua sus habilidades en los bailes vascos

Egilea
Manuela Diaz
Komunikabidea
El Correo
Mota
Albistea
Data
2008/04/07

Un total de 32 chicos y chicas comenzaron a dar sus primeros pasos procedentes en su mayoría del colectivo de dantza Kinetz de Blanquita Lañeta, Joseba Idigoras, Roberto Azpiri y el elorriotarra Jabi Arrieta y que desapareció a principios de los 70. En mayo de 1976, tras varias actuaciones por los pueblos de la comarca del Duranguesado y Bajo Deba, asistieron a la primera concentración de dantzaris de toda Euskal Herria, el Dantza Eguna celebrado en San Juan de Luz. «Había tantos grupos que no teníamos la posibilidad de mostrar todos nuestros bailes por eso se constituyó el Txindurri Eguna», explica Gaizka Areitoaurtena, ex director de baile del grupo y que por entonces contaba con 13 años.

Los ochenta fueron años prósperos. Llegaron a superar los 200 socios, los 20 monitores y su repertorio giraba entorno a las 70 dantzas. En cuanto a la banda de txistularis se contabilizaban 15. Hoy son sólo seis. Tal vez el motivo fuera que antes de que se constituyera la escuela de música, el grupo Txindurri, formaba a los jóvenes en el arte del txistu y la caja.

La dantza se estaba convirtiendo en algo popular y su espontáneo movimiento parecía extenderse por Ermua. Sin embargo no fue así, a finales de los 90 comenzó el declive. Los dantzaris empezaban a edades cada vez más tempranas -los 4 años-, más que por afición por decisión de los padres que en muchas ocasiones sólo buscaban 'poner guapos' a sus hijos en las actuaciones públicas. Por otra parte, los monitores, hastiados, comenzaban a dejar el grupo y la dantza encontraba dificultades a la hora de mantener a los adolescentes que decidían abandonar el grupo por deportes como el fútbol.

En la actualidad, existen 103 niñas y 32 niños en la escuela de dantza de Txidurri y dentro de los grupos de adultos -mayores de 15 años- se contabilizan 12 hombres y 18 mujeres. La dantza, que en su ritual es dominantemente masculina, se feminiza a pasos agigantados. Este hecho supone que la mujer comience a hacer suyos bailes que por tradición eran danzados por hombres.

Bailes populares

Según Areitoaurtena otro de los motivos de ese desplazamiento social de la dantza se debe a que «se da más importancia a los vistosos bailes de grupo que a los populares, de romería, como las jotas o el Larrain dantza».

Quizá uno de los bailes más representativos de Txindurri y de todo el País Vasco sea el 'Dantzari-dantza' durangués que se sigue bailando el día Zezen en las fiestas patronales del municipio junto con el aurresku que en cada municipio tiene su propia peculiaridad y que en Ermua incluye el banan-banako. «Tal y como se bailaba en los 40 se ha perdido», explica Areitoaurtena que recuerda con cariño al último aurreskolari, el berriztarra Leandro Gorratzategi, que vivió toda su vida en Ermua y que bailaba el aurresku con más de 70 años. «Intentamos recuperarlo con Joseba Idigoras pero hacía tiempo que había dejado de bailar y aunque tenía un recuerdo bastante global no era total».

Nuevos tiempos para la dantza
DANZAS TRADICIONALES. Una abarrotada plaza acogió ayer la exhibición de bailes vascos que realizaron los dantzaris ermuarras. / JULIO CALLEJA
 

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