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Nieve simulada para cerrar el desfile de Sunbilla
Por primera vez se pidió 'la voluntad' en las carrozas que abren el carnaval, para sufragar parte de los gastos
También hizo sonreír y mucho a las centenares de personas que ayer se acercaron hasta Sunbilla, -dado que el tiempo daba una tregua ya que no llovió en toda la mañana-, para ver la boda rumana. Aunque costó localizar al novio en la boda no faltó ninguno de los detalles y fue narrada por un maestro de ceremonias. Un castillo y la reconquista fue una de las carrozas más llamativas, así como otra en la que no faltaba ningún detalle del 'Lejano Oeste', vaqueros y explosivos incluidos. Además se escenificó una parodia sobre los tiempos del contrabando, con farderos y el paso de aduana. En otras carrozas los niños fueron los protagonistas, como la que representaba a Teo en el caserío, donde no faltaban los animales, una tribu de indios o Ali Babá y los 40 ladrones. También se vio el juego de Twister, unas 'niñas' muy crecidas, una Batucada y el show televisivo de 'Alaska y Mario'.
Como otros años, abrieron el desfile las carrozas de Ulibeltzak (la de la tortilla, la del caldo y la del talo y castañas). La primera de ellas totalmente renovada. Dentro, Marisa Telletxea, María Ascensión Bertiz, José Luis Agirre y Josetxo Apeztegia bromeaban entre fogones: «Hemos pasado a máxima categoría, esto parece 'Master Chef'», mientras elaboraban tortillas con 150 docenas de huevos. Las repartieron entre los presentes junto a 400 litros de caldo, 120 panes, 150 litros de vino, además de castañas y talo con queso. Por primera vez en estas carrozas pidieron en unos buzones 'borontatea', la voluntad.
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