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Mutil(neska)dantza
La presencia de mujeres y la exclusión de txistularis locales vacía la plaza
La exclusión (aparente) de los txistularis locales y la presencia de mujeres en una danza que como su nombre dice "es de hombres", provocó la ausencia de muchos mozos y la retirada de otros, y dejó una plaza desangelada y vacía.
La primera ausencia, bien que a su pesar, fue la de Félix Mena Irigoien, el hombre que tomó el relevo abriendo la fila a Mariano Izeta hace ya una década. Mena está retirado y convalece de una afección de la que por fortuna se recupera, pero estuvo su hijo, también Félix, que se retiró con otros mutildantzaris nada más empezar el baile.
La muy adversa meteorología, que con chaparrones intensos y continuos está arruinando los Santiagos, no dejó opción al desfile de las autoridades y el pueblo que después de la misa mayor se trasladan desde la parroquia hasta la plaza, con la compañía de las comparsas, txistularis y músicos, y grupos de dantzas. Por segundo día, ni soñar con la salida de los gigantes y kilikis por riesgo de su acartonada integridad y ante la desilusión infantil.
En la misa, que la Agrupación Coral cantó espléndidamente, el párroco, Javier Azpiroz, deseó felices fiestas y de forma prudente se abstuvo de comentario alguno por la ausencia oficial de autoridades de Elizondo y Baztan. Sí acudieron a título personal, varios corporativos actuales y anteriores, así como vecinos que fueron alcaldes jurado de la localidad.
tragedia De forma puede que exagerada pero sentida indudablemente, el vecino Juan M. comentaba que "se consumó la tragedia", al confirmar lo que se veía venir y se temía, después de la reacción que ya se dio el pasado año. Al son del txistu se inició el tradicional Aunitz urtez con que los mozos saludan a los asistentes, el alcalde jurado Xabier Torres abrió el mutildantza seguido por la alcaldesa de Baztan, Garbiñe Elizegi, y con los concejales Mikel Ortega y Maitane Maritorena también en las filas, y la respuesta de otros mozos no se hizo esperar y optaron por la retirada silenciosa.
Elizondarras que nunca han faltado al mutildantza de fiestas, manifestaron con respecto al conflicto folklórico que "no se puede decir que ha habido debate, lo que hay es auténtica imposición pura y dura". El mutil(neska)dantza continuó con unos nueve o diez participantes, una cifra absolutamente mínima para los casi cien que se han llegado a reunir en años anteriores.
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