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Muere Pina Bausch, la renovadora de la danza
Pina Bausch, bailarina y coreógrafa alemana que revolucionó la danza
contemporánea y se mantuvo siempre en la vanguardia, nació en Solingen
(Alemania) en 1940 y murió ayer, con 68 años, a causa de un cáncer que
le habían detectado hace cinco días.
Inició sus
estudios de danza clásica y moderna en la escuela de Arte de Essen bajo
la supervisión de su primer maestro, Kurt Joos, en cuya compañía empezó
sus trabajos como coreógrafa. Cuando contaba 19 años se trasladó con
una beca a la prestigiosa escuela Juilliard de Nueva York. En 1961 fue
contratada por la Metropolitan Opera House de Nueva York donde realizó
pequeñas incursiones en el mundo de la coreografía.
Un
año más tarde regresó a Alemania contratada como solista por el
Folkwang Ballet, donde presentó desde 1968 sus propias coreografías y
del que fue nombrada directora en 1969. Pero fue en 1973, al aceptar la
dirección de la Compañía de Danza del Teatro Wuppertal (Alemania),
cuando comenzó a ser famosa.
En 1974 realizó su primera coreografía importante, la ópera Ifigenia en Táuride, de Gluck, y en 1975 la de Orfeo y Eurídice, del mismo compositor. En 1976, con motivo de la preparación de Blaubart-El castillo de Barba Azul
de Bartok, la coreógrafa se sintió electrizada por el ruido de las
hojas secas diseminadas por el escenario y comenzó a experimentar un
nuevo método de trabajo.
Pero su consagración
internacional llegó con su participación en el Festival de Nancy
(Francia), en 1977, año en el que creó una de sus coreografías más
famosas, La consagración de la primavera.
La
desaparición en un accidente de su compañero y coreógrafo Ralf Borzik
en 1980 llevó a Bausch a canalizar sus sensaciones y a crear uno de sus
mejores espectáculos que rozaba la frontera entre la danza y el teatro
que tituló precisamente 1980 y que estrenó como homenaje en el Festival de Aviñón (Francia).
En ese mismo año y antes de fallecer Borzik, Bausch había creado su famosa pieza Café Müller,
considerada la más intimista, que estrenó con el bailarín Dominique
Mercy y en la que el propio Borzik participó en los decorados.
En 1982 dirigió la coreografía Nelken
(Claveles), un montaje inspirado en diferentes músicas, desde Schubert
hasta el jazz o Fran Léhar y que fue modificando a lo largo de los
años.
Reconocida internacionalmente como la
fundadora del movimiento más innovador y vanguardista de la
danza-teatro, Pina Bausch diseñó también coreografías con todo tipo de
músicas, desde clásicas, ritmos africanos, fados o tangos.
Pina
Bausch alternó la danza con incursiones en el cine como el papel que
desempeñó de ciega a las órdenes de Federico Fellini en Y la nave va o en Hable con ella, de Pedro Almodóvar.
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