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Muere el bailarín y coreógrafo Antonio Gades a los 67 años

Enfermo de cáncer, falleció en el hospital madrileño donde se encontraba ingresado

Komunikabidea
Gara
Tokia
Madrid
Mota
Kronika
Data
2001/07/21

Antonio Esteve Ródenas, conocido como Antonio Gades y fallecido ayer en Madrid a los 67 años víctima del cáncer, nació en el seno de una familia modesta en Elda (Alicante), aunque con cinco años ya vivía en Madrid, ciudad a la que llegó tras los pasos de un padre republicano y donde se fraguó como bailarín.

Dice que fue por casualidad, pero el caso es que le descubre la bailaora Pilar López, a quien debe el sobrenombre de Antonio Gades y de quien aprendió que «primero está lo ético y después lo estético».



Durante nueve años ­de 1952 en adelante­ permanece en su compañía, de la que llega a ser primer bailarín y recorre los principales escenarios. Tras una fructífera etapa en Italia ­trabaja con Antón Dolin en "Bolero" para la Opera de Roma y debuta en 1962 en la Scala de Milán­ se lanza al celuloide como actor en 1963 con el musical "Los tarantos", de Rovira Beleta, con quien vuelve a trabajar en 1967 en "El amor brujo". Su carrera cinematográfica incluye, en esta década, títulos como "Con el viento solano" (1965) a las órdenes Mario Camus, realizador que extrae su mejor registro dramático en el papel del gitano Sebastián. "El último encuentro", 1966 y "Los días del pasado", de 1977 ­caracterizado de maquis­ son otros títulos de su filmografía.



El bailarín comparte escenario con Carla Fracci y Rudolf Nureyev, se suceden los reconocimientos y, por fin, se lanza en 1969 con su propio ballet: una cooperativa de poco más de una docena de integrantes que presenta en París y con la que mereció en 1970 el Premio Nacional de Teatro.



Con su compañía, Antonio Gades paseó "El amor brujo" por los escenarios de Europa, América y Asia, y posteriormente su versión de "Bodas de Sangre", en 1974, que le consagró internacionalmente. Sin embargo, un año después anuncia su retirada y más tarde la disolución de la compañía. Tras la muerte de Franco, acepta dirigir el Ballet Nacional español, un periodo que termina con su cese en 1980 y la disolución del ballet por carecer de entidad jurídica. Junto con los bailarines, que solidariamente abandonaron el ballet, forma el Grupo Independiente de Artistas de la Danza, cooperativa que dirigió hasta 1981.



Atraído por la interpretación y a las órdenes de Carlos Saura protagoniza la trilogía cinematográfica "Bodas de sangre", 1981; "Carmen", 1983 y "El amor brujo", 1986. Con el título de "Carmen", Gades estrenó en marzo de 1983 un espectáculo que exhibió por todo el mundo.



Reconstruye su compañía, y en 1994, estrena "Fuenteovejuna", su último espectáculo. Candidato al Premio Príncipe de Asturias de las Artes 1997, ha recibido numerosas distinciones: Premio Nacional de Danza en 1988; Premio del Gran Teatro de La Habana (1990) o Premio de las Artes Escénicas "Corral de Comedias" de Almagro (2002).



Aficionado a la pintura, se sintió comunista por influencia de su padre republicano, y militó en el Partido Comunista de los Pueblos de España. Desde su primera visita en 1975, siempre mantuvo una especial relación con Cuba, donde vivía a temporadas y donde fue condecorado en junio de 2004 por Fidel Castro con la orden José Martí, la mayor distinción del Gobierno de la isla.



Profundo pesar por la muerte de uno de los «maestros»

GARA



MADRID



Personalidades del mundo de la cultura, la sociedad y la política lamentaron ayer la muerte de Antonio Gades. Del mundo de la danza y el baile flamenco Sara Baras, Elvira Andrés, Antonio Canales, Mario Maya, Rafael Campallo, Cesc Gelabert, Lydia Azzopardi, Alicia Alonso, Víctor Ullate, Antonio Márquez, José Antonio Ruiz y la cantaora Carmen Linares, entre otros, recordaron la figura del bailarín.



«Para la gente de la danza era el maestro», «un hombre hermoso», «una de las grandes figuras del flamenco», «una referencia», «un bailarín inteligente y compañero inseparable», «un hombre trabajador que ha enseñado a sus discípulos un universo de cosas con su arte», «un valiente de la vida y de la muerte», «un gran amigo de la Revolución cubana y del pueblo cubano», «un gran conversador», «el artista más grande y honesto», «un hombre comprometido que fue marginado políticamente por sus ideas», innumerables fueron las palabras elegidas para describir al artista e intentar paliar su perdida.



De entre todas destacó el expresivo silencio de su mentora, Pilar López, quien a sus 97 años, terriblemente afectada por la noticia, no quiso hablar con los medios que no cesaron de llamarla.



La secretaria de Cultura del PSOE, Carme Chacón, el ministro francés de Cultura, Renaud Donnedieu de Vabres, la alcaldía de su localidad natal, Elda, la SGAE y la Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba, fueron algunos que también se unieron en el pesar.

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