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Muere Cyd Charisse, las 'mejores piernas' de Hollywood
Sus extremidades presidieron la época dorada del cine musical.
Cyd Charisse había nacido en 1921, con el nombre de Tula
Ellice Flinkea. Naturalmente dotada para la danza, formó parte del
Ballet Ruso de Sergey Diaghilev y se casó, en el primero de sus dos
matrimonios, con su profesor de baile, Nico Charisse.
Después de pasar en los años 40 por un sinfín de papeles secundarios, su contrato con la Metro Goldwyn Mayer en los años 50 ayudó a entronizarle como reina del género. Cyd Charisse no era la mejor actriz ni la figura más carismática, pero sus sinuosos bailes y su natural elegancia siempre brillaban en películas como Cantando bajo la lluvia, de Stanley Donen y Gene Kelly; Melodías de Broadway, de Vincente Minnelli con Fred Astaire; Brigadoon, también de Minnelli con Gene Kelly, Siempre hace buen tiempo, codirigida por Donen y Kelly; La bella de Moscú, de Rouben Mamoulian, que le emparejó con Astaire, y Chicago años 30, de Nicholas Ray.
En San Sebastián
El declive de los grandes musicales apartó del
estrellato a la tejana, quien tuvo la sabiduría de retirarse en los
años 60, salvo para realizar aislados trabajillos de cine y televisión.
La Charisse nos visitó en 1990, cuando acudió como invitada a la inauguración del Festival de Cine donostiarra. Los cinéfilos se fijaron entonces en el largo vestido que cubría sus míticas extremidades en el acto inaugural. Pero durante su estancia, la actriz acabó mostrando esas piernas que en 1952 habían sido aseguradas por cinco millones de dólares.
Estuvo en la apertura de la edición de 1990.
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