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"Mucha danza" en una gala con dos estrenos de Juan Carlos Santamaría y Carlos Martín
Catorce piezas se bailaron ayer en el Victoria Eugenia
"En 2012, deseo a todos mucha danza", reza el manifiesto del Día Internacional de la Danza de este año, escrito por el coreógrafo belga Sidi Larbi Cherkaoui. Y mucha danza fue lo que se pudo ver ayer encima de las tablas del Victoria Eugenia en la gala organizada por la Asociación de Profesionales de Danza de Gipuzkoa.
Tanta como catorce piezas de once compañías distintas que reunieron un total de 55 intérpretes. Pero no son los números lo que importan, sino la calidad del bailarín. Un solo emociona tanto como una compañía entera. De esa manera, con un solo, dio comienzo el variado espectáculo.
Fabian Thomé despertó la tarde con su monólogo expresionista en Así me siento. Cuatro bailarines de Kukai Dantza Konpainia bailaron una lucha callejera con toques de dantza. El clasicismo llegó de los pies de los integrantes del Conservatorio Municipal de Danza de Vitoria, que interpretaron, primero el Festival de flores de Genzano y, en la segunda parte del programa, danzaron a ritmo de guitarra el paso a dos The Wendy house.
Las guipuzcoanas Acroindar supieron mostrar la espectacularidad de sus acrobacias y a nadie dejó indiferente su ejecución. El expresivo extracto de A place between, de Dantzaz Konpainia, precedió la primera intervención del recién premiado solista donostiarra Carlos Martín, que danzó un paso a dos con Yuka Ebihara. Tras él, Edurne Sanz deleitó con el estreno de la coreografía de Lamuerte del cisne del otro laureado en los X Premios de la Danza del sábado, Juan Carlos Santamaría.
Las intervenciones de Malandain Ballet Biarritz y Aukeran Dantza Taldea fueron tan precisas como ovacionadas. Las piezas Kuattro, de Rebeca Falcón, y Futile, de Lamov, aportaron variedad y distinción a la gala.
Por último, otras dos piezas de los premiados cerraron esta intensa noche. El paso a dos de Santamaría, Polvo, y el solo For Carlos, creado para Carlos Martín por el coreógrafo Krystof Pastor, en la primera vez que este donostiarra bailaba en su ciudad natal. Lo dicho, mucha danza para lo que queda de año.
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