Momix despliega hoy y mañana toda su magia en un Principal casi lleno

Quedan unas cien butacas disponibles en la taquilla para las dos sesiones. La compañía norteamericana de danza contemporánea presentará el espectáculo 'Sun flower moon'

Con la presencia de Momix, el certamen abrirá por primera vez este año su puerta a la danza, género que tendrá otras citas a lo largo de esta edición con la presencia, por ejemplo, de Julio Bocca el día 15, otra cita para la que no queda ni una sola butaca libre desde hace semanas.

Pero eso ya llegará dentro de unos días. De momento, la atención de los espectadores se centra en una compañía estadounidense que es toda una experta en el juego de las luces y el movimiento.

Sun flower moon se estrenó en Italia en 2004 y nace de la combinación de tres elementos esenciales en la vida de Pendleton, el sol (sun ), la flor (flower ) y la luna (moon ) y del juego de palabras que crea a raíz de su afición por los girasoles.

El montaje se sale de los márgenes de la narrativa lineal para centrarse en el mundo de los sueños, lo que facilita la combinación de llamativas imágenes con movimientos que desafían la gravedad y una línea clásica pura. En este sentido, además, el director evoca un mundo de imágenes surrealistas utilizando el cuerpo, el vestuario, la escenografía, las luces y, sobre todo, las sombras.

Y es que, en esta ocasión, la compañía da un paso más en su creación y concepción artística y bebe directamente de las fuentes del Teatro Negro de Praga. El resultado de este cóctel tan peculiar es un teatro visual que juega con la fantasía, la sensualidad y la imaginación de los verdaderos habitantes de la luna. En su origen, la obra era una propuesta de veinte minutos, que en la actualidad tiene una duración de hora y media. Además, ha aumentado el número de bailarines que ha pasado de diez a doce, todos ellos vestidos de blanco, lo que contribuye a dar una sensación de ligereza.

La iluminación, diseñada por Josua Starbuck y Moses Pendleton, es una parte esencial del espectáculo, en el que en la parte musical se mezcla una banda sonora de artistas como Buddha Experience, Brian Eno, Waverform y Hans Zimmer.

Este espectáculo es un paso más dentro de una brillante trayectoria iniciada y guiada siempre por el carismático coreógrafo. Por la capital alavesa han pasado ya varios de sus montajes, propuestas que han dado forma a un sello particular y reconocible en cualquier momento.

Siempre apelando a los sentidos, Momix ha construido desde su nacimiento en los años 80 una forma muy particular de entender la danza, una estética que ha dado a la compañía fama internacional, acrecentando de paso la leyenda de Moses Pendleton.

Una escena del último montaje de la compañía norteamericana.Foto: D.N.A.