Edukira salto egin | Salto egin nabigazioara

Tresna pertsonalak
Hemen zaude: Hasiera Hemeroteka Menos ideología y más tecnología

Dokumentuaren akzioak

Menos ideología y más tecnología

Cultura quiere primar una producción de calidad en lengua vasca y fomentar una imagen «abierta y universal de lo euskaldun», lejos de estereotipos

Egilea
CÉSAR COCA c.coca@diario-elcorreo.com |
Komunikabidea
El Correo
Mota
Albistea
Data
2010/08/15
Menos identidad y más adecuación a los nuevos tiempos, en lo económico y lo tecnológico. El Contrato Ciudadano por las Culturas (CCC), que el Gobierno de Vitoria prevé aprobar en otoño, es la prolongación natural del Plan Vasco de la Cultura (PVC) que puso en marcha la consejera Miren Azkarate en 2004. Pero introduce bastantes novedades y da prioridad a algunas medidas contempladas en aquel texto que nunca llegaron a adoptarse o no se pusieron en marcha en su integridad. Fomento de la lectura, potenciación de la industria, adecuación a las nuevas tecnologías, creación de un museo de la industria y una gestión más coherente de los fondos reservados al patrimonio cultural son algunos de los capítulos en los que se detiene el documento elaborado por el Departamento dirigido por Blanca Urgell. Sin embargo, lo que pretende marcar más diferencias respecto del PVC, según figura de forma destacada en el texto al que ha tenido acceso este periódico, es «permitir que todas las expresiones culturales» se sientan incluidas en «un espacio abierto de oportunidades», con la «garantía» de que no habrá cierres ideológicos ni manipulaciones por «razones estéticas, idiomáticas, de género, de procedencia o de pensamiento».
La planificación estratégica cultural pierde elementos identitarios y referencias al pueblo vasco y pretende tomar más en cuenta a los ciudadanos. Así lo reiteran los responsables del Departamento, que apuestan por la denominación de Contrato Ciudadano por las Culturas. Las diputaciones forales ya han mostrado su malestar con algunos de esos planteamientos. En la última reunión de la comisión interinstitucional, hace apenas un mes, llegaron a proponer incluso que el debate arrancara del documento preparado al final de la legislatura anterior por el equipo de Azkarate y no del texto presentado por el Gobierno actual.
El documento ha sido elaborado en los últimos meses, con la participación en foros formales o informales de medio millar de personas. Cuenta ya con correcciones hechas a partir de las aportaciones de los ayuntamientos -el de Bilbao ha sido muy activo- y las diputaciones y aunque aún podrían incorporarse otras nuevas no se esperan cambios de entidad antes de su aprobación. Esta tendrá lugar en otoño, una vez que haya sido renovada la composición del Consejo Vasco de la Cultura.
El texto marco para la planificación cultural de los próximos años es muy breve -en evidente contraste con el PVC- y apenas entra en cuestiones ideológicas, aunque aporta una mirada distinta respecto de lo que es la cultura. Diferente, sugieren en el Departamento, como corresponde a un Gobierno de distinto color, pero también porque las circunstancias han cambiado mucho en estos seis años. Entonces, por ejemplo, apenas nadie hablaba del libro electrónico, ni las descargas a través de Internet habían roto el mercado discográfico, ni se podía pensar seriamente en distribuir cine a través de la red. De ahí que los redactores del documento se detengan en esos aspectos, dentro de un marco general que quiere tener en cuenta «la pluralidad lingüística de la sociedad vasca» y en el convencimiento, reiteran, de que «debe fomentarse cuanto se hace en euskera». «Se pretende -continúa el texto- fomentar una imagen abierta y y universal de lo euskaldun, huyendo en la medida de lo posible de los estereotipos». Por eso, estimular el consumo de cultura en euskera y prestigiarlo están entre sus objetivos.
El borrador del Contrato incluye decenas de medidas, en no pocos casos procedentes del PVC y que no se pusieron en marcha o están aún en una fase muy inicial. Su importancia y dificultad de aplicación es dispar. También lo es su grado de elaboración. Y hay algunas, como una ley de patrocinio y mecenazgo, que es una vieja reclamación de los agentes culturales y las empresas y que ha sido postergada durante varias legislaturas. El equipo de Cultura está estudiando lo que se ha hecho hasta el momento y fórmulas que se aplican en otros lugares, pero no ha avanzado aún en el diseño de la nueva normativa.
Estas son algunas de las propuestas contenidas en el documento.
Lectura y literatura
Un plan de fomento
Cultura quiere poner en marcha antes de que finalice el año próximo un plan de fomento de la lectura que tenga en la escuela uno de sus apoyos fundamentales, para lo que precisa de la colaboración del departamento de Educación. El equipo de Urgell es consciente de que varias comunidades autónomas han desarrollado programas con ese fin y han obtenido resultados desiguales pero en general pobres. De ahí su interés por contar con el apoyo de alguna fundación que se dedica de forma prioritaria a esa tarea
Además, e íntimamente relacionado con la lectura, pretenden avanzar en la dotación de fondos y recursos destinados a los colectivos inmigrantes en las bibliotecas más importantes de la comunidad autónoma. Se trataría de adquirir libros y revistas en las lenguas de los inmigrantes o que traten temas que les sean próximos. Trabajan también en un proyecto para digitalizar la literatura vasca, una tarea que ya se ha abordado con la Enciclopedia Auñamendi, a cuyos responsables han pedido que aumenten las voces en euskera.
Sector audiovisual
Cines en la ciudad
Que los cines vuelvan al centro de las ciudades. Es uno de los objetivos de la política que quiere poner en marcha Cultura y que es herencia del PVC. ¿Cómo hacerlo? Sobre la mesa hay varias posibilidades y casi todas están vinculadas a la próxima renovación tecnológica que debe afrontar el sector de la exhibición cinematográfica para adaptarse a los formatos digitales. Mediante ayudas procedentes de diversos capítulos y acuerdos con las asociaciones de productores europeos, se trataría de lograr que exhibidores privados abran salas céntricas destinadas a proyectar de forma prioritaria pero no exclusiva cine producido en la UE.
Otro apartado previsto en el PVC pero en el que no se avanzó demasiado fue el del fomento de la exhibición de cine en euskera. Cultura descarta establecer un sistema de cuotas, que tanta polémica ha suscitado en Cataluña. Su preocupación es que el cine producido en euskera o doblado a esta lengua pasa a ser inaccesible para el aficionado en un tiempo muy breve. Por eso, sus responsables estudian la posibilidad de 'colgar' todos esos títulos en una web de forma que se pueda acceder a ellas en 'streaming', un sistema concebido para ver los filmes 'on line', sin descargarlos.
Danza
Recuperar el terreno perdido
Los primeros borradores del PVC contemplaban actuaciones de gran entidad en el terreno de la danza pero por diversas razones, entre ellas las de índole presupuestaria, poco de todo aquello pasó al texto definitivo y menos aún se llevó a la práctica. El equipo de Cultura no ignora las quejas y la sensación de abandono que tienen quienes se dedican o quieren dedicarse profesionalmente a la danza en Euskadi. Entre sus planes para recuperar al menos algo del terreno perdido -sin olvidar la creación de un Ciclo Superior de Danza- está la promoción de festivales, dos veces al año en cada una de las capitales vascas. También está prevista la creación de Dantza Guneak, o centros de recursos como referentes básicos para la disciplina. Y, por supuesto, el Centro Superior de Artes Escénicas se ocupará de la danza, pero se trata de una perspectiva a medio plazo.
 
Museos
Un lugar para la historia industrial
El equipo de Urgell tiene verdadero interés en la creación de un museo de la industria y una red que integre a los existentes y les dé nueva vida. En cuanto al museo nuevo, que Cultura concibe como «de cierta entidad», en palabras de un responsable del Departamento, la ubicación ideal es la península de Zorrozaurre, en Bilbao, por razones urbanísticas e históricas. Pero entienden que las condiciones en las que se encuentra ahora esa zona no son las más adecuadas para instalar un museo, de manera que quizá sea preciso esperar un momento más adecuado. Fuentes del Departamento apuntan que se darían por satisfechos con sentar las bases del museo en esta legislatura. Una tarea más difícil de lo que parece por la existencia de pequeños centros muy sectoriales y porque el concepto de una entidad de este tipo en pleno siglo XXI no puede ser igual al existente en los años setenta, cuando se levantaron muchos de los museos industriales que hoy existen en el mundo.
Además, Cultura quiere implicar a los museos ya existentes -privados, públicos y de titularidad mixta- en una red, de forma que no se limiten a exponer lo que tienen, sino que puedan organizar exposiciones temporales mediante un sistema de préstamos, como se hace en el ámbito de las artes plásticas.
Patrimonio
Gestión del 1% derivado de la obra pública
Desde hace 20 años, y como sucede en otras administraciones, el 1% del gasto en obra pública en los distintos niveles competenciales se destina al patrimonio cultural. Lo que ha sucedido hasta ahora es que cada departamento ha gastado el 1% generado por sus obras sin contar con Cultura. De esa forma, Transportes, Educación, Vivienda y otros departamentos han invertido en asuntos relacionados con el patrimonio ante el más absoluto desconocimiento de la Consejería que, en principio, más sabe de la cuestión. El resultado ha sido que este departamento desconoce la cifra exacta que cada año se destina a ese fin y, lo que es peor, hay una absoluta falta de planificación de esas inversiones.
El CCC plantea acabar con esa situación y que Cultura gestione o al menos participe de alguna manera en la definición de ese gasto, que además alcanzará sumas importantes en los próximos años por las obras del Tren de Alta Velocidad.
En el capítulo de patrimonio, el Gobierno entiende que con la presentación en unas semanas del Centro Vasco de Formación e Investigación del Patrimonio Cultural (ZAIN) se habrá dado también un paso adelante en lo referido a catalogación y protección del mismo.
Nuevas tecnologías
Adaptar el sector
Una de las preocupaciones mayores del Departamento de Cultura es adaptar el sector a las nuevas tecnologías. De ahí que en buena parte de los capítulos donde están previstas distintas actuaciones aparezcan de forma recurrente referencias a la tecnología. «Resulta imprescindible realizar un esfuerzo», indican los responsables, que vinculan nuevas tecnologías con formas alternativas de negocio. Por eso, consideran que esas vías de negocio deben explorarse sin pérdida de tiempo, a la vez que se experimenta en nuevos soportes para los productos culturales, se avanza en desarrollos interactivos y en la creación de redes interconectadas, una fórmula que según todos los indicios disponibles presenta grandes posibilidades.
«La revolución digital (...) conlleva la extensión cualitativa de las redes y nuevas formas comunicativas. Ello trae, al mismo tiempo, riesgos y oportunidades para todas las culturas no centrales, y para las culturas minoritarias en especial». Entiende el Departamento que esa 'inmersión' digital ha supuesto el nacimiento de nuevos equipamientos para el consumo de cultura dentro y fuera de los hogares -y va a suponer otros saltos tecnológicos en un futuro inmediato-, circunstancia que deberá tenerse en cuenta en la planificación de la estrategia cultural de los próximos años.

Dokumentuaren akzioak