Dokumentuaren akzioak
"Me gusta vivir y mi vida está en la danza"
Alicia Alonso, bailarina y coreógrafa del Ballet Nacional de Cuba
Alicia Alonso (La Habana, 1920) va a cumplir 91 años en diciembre, pero ella prefiere que demos la vuelta al número y se transforme en 19. Se siente joven y la edad no le impide seguir viajando por el mundo. Se retiró de los escenarios a los 75 años, pero no ha dejado el mundo del ballet. Sigue haciendo ejercicios, diseñanado coreografías y ensayando con los bailarines del Ballet Nacional de Cuba que hoy cierra su gira por el Estado español en el palacio Euskalduna de Bilbao con la representación de La cenicienta. Ayer representó en el Kursaal de Donostia El lago de los cisnes. Y mañana mismo Alicia Alonso y sus bailarines regresarán a Cuba y desde allí partirán hacia Canadá.
¿Cuántos años ha estado bailando?
Toda mi vida, yo sigo bailando. Bailo físicamente o mentalmente, pero sigo bailando.
¿Físicamente también?
Hago unos cuantos ejercicios, pero no me paro en la escena. Nadie ha bailado tanto tiempo como yo, tenía ya años cuando dejé los escenarios. Dejé de bailar en el escenario en el 95.
¿Echa de menos el escenario?
Siempre se echa de menos un poquito. Pero como hago las coreografías y ensayo algunas veces con los bailarines no siento que lo he dejado. No es solo estar en la escena lo importante, es el estar en el mundo de la danza, y yo lo estoy. Es un mundo maravilloso.
Dicen que la danza castiga mucho al cuerpo.
Como a un atleta. La danza es arte con atletismo, tenemos que entrenarnos mucho y con arte. Los movimientos requieren una gran técnica, pero hay que usarlos como expresión, uno tiene que hablar con el cuerpo. Es necesario tener el estilo de la época, no se puede bailar un ballet romántico igual que un gran clásico. Hay que estudiar mucho. El ballet es igualito que el teatro, no todo se representa igual, hay que cambiar a veces hasta la voz.
¿Qué significa para usted el ballet?
Un dominio total del cuerpo, un dominio absoluto de todos los movimientos del cuerpo porque es necesario que ese cuerpo hable y se exprese.
¿Cómo surge la danza? ¿Bailaba alguien en su familia?
Nadie. Mi padre era miliar del ejército de Cuba. A mí me ponían en mi cuarto con una música y yo me ponía a bailar el movimiento que yo sabía hacer, me movía según lo que me inspiraba la música, esa era la distracción más grande que podía tener, más que jugar con muñecas. Trataba de bailar con algo en la mano, una bufanda, hasta me ponía una toalla en la cabeza como si fuera mi pelo largo.
¿Cuándo se da cuenta que la danza es lo más importante en su vida?
A los ocho años me trajeron a España. Me pusieron a bailar ballet español, me encantó. Hasta que me pusieron la primera clase de ballet en Cuba. Con la primera clase que di, le dije a mi mamá: Esto es lo que más me gusta en el mundo. Tenía nueve años y desde entonces he estado bailando siempre.
¿Qué ha sacrificado por la danza?
Me he cuidado mucho. Me encantaba patinar, pero dejé de patinar porque me podía lastimar los tobillos. Me quité los patines porque me caí un día y mi mamá me dijo: Mira tu rodilla, te gusta el ballet, ¿cómo vas a bailar con esta rodilla?. No patiné nunca más. Me gustaba nadar, disfrutaba, pero también dejé de nadar, etc. Dejé de hacer todas esas cosas que pensé que iban a hacer daño al ballet. Me cuido, porque la danza es lo que más me gusta, es mi vida. Es la razón por la que vivo. He dado todo lo que tenía a la danza y sigo enseñando, eso es vivir para mí.
'Giselle' es un ballet que está muy ligado a Alicia Alonso, ¿es el papel de su vida?
En mi vida he tenidos muchos ballet, pero Giselle es especial, es el ballet romántico por excelencia y a mí me gusta mucho ese estilo. Es un ballet maravilloso.
¿Qué hubiera sido de no haberse dedicado al ballet? ¿Tenía alguna idea?
Lo he pensado mucho, hubiera sido bailarina.
¿Ha cambiado mucho el ballet desde que usted empezó?
Sí ha cambiado, se ha enriquecido. Antes quienes tenían grandes técnicas eran las primeras bailarinas, ahora todo el cuerpo de baile tiene una gran técnica. Se trabaja mucho en los ballets.
En las últimas décadas se ha incrementado la afición al ballet.
Es increíble. En Cuba antes no había nada y ahora hay un gran número de bailarines, tanto mujeres como hombres. En el resto del mundo también hay buenas escuelas y compañías de baile. El ballet en sí prepara el cuerpo para cualquier otro tipo de baile, es un ejercicio muy completo.
¿Qué es Cuba para Alicia Alonso?
Es mi patria. Me encanta su mar, su cielo y su tierra. Me gusta toda Cuba, su clima. Hay quien dice que hace calor, pero a mí me gusta mucho el calor, más que el frío y la nieve, que en los cuentos son muy lindos, pero qué va, el frío me pone los músculos muy tensos.
Va a cumplir en diciembre 91 años.
19, ponga los números al revés. Me siento bien, me siento joven y me siento viva. Me puedo mover, sigo trabajando y viajo de un lado a otro. Incluso puedo hacer ejercicios de ballet, aunque no me suba a un escenario. Me siento útil y mientras uno es útil en la vida es que está viva, de lo contrario…
Es usted inagotable.
Ja, ja, ja… Eso ya me lo han dicho más veces. Mire usted, a mi me gusta vivir, mi vida está en la danza y mientras pueda seguir en ello seré muy feliz.
Se ríe con facilidad.
La risa es parte de la vida. Tendríamos que reírnos más…
Además de placer y aplausos, ¿qué le ha dado su profesión?
Viajar y conocer el mundo entero. He dado la vuelta al mundo varias veces.
Sigue siendo disciplinada.
En todo, yo sigo cuidándome mucho. La disciplina es importante para todo. Yo, por ejemplo, me cuido mucho comiendo porque la salud es muy importante.
Supongo que tendrá algún pequeño vicio gastronómico.
Pues sí. Si usted supiera…
Dígamelo.
Lo que más me gusta comer es plátano maduro frito. Es una cosa muy típica de Cuba. Es algo buenísimo, está riquísimo.
El Ballet Nacional de Cuba termina en Bilbao, ¿qué proyectos tiene?
Mañana volvemos a Cuba, estaremos allí una semana y después iremos a Canadá…
En Canadá va a pasar frío de verdad.
Pues sí, allí el frío es duro, duro, duro… Pero hay que seguir con la gira.
En el mundo del ballet clásico, Rusia ha sido referencial.
Ha sido muy importante Rusia y eso ha quedado escrito desde hace muchos años. Hoy en día, para maravilla del mundo, no existe solo allá, hay buenas compañías de ballet por todo el mundo.
¿Se atrevería a escoger una obra de ballet: 'Giselle', 'La Cenicienta', 'Cascanueces', 'El lago'…?
No puedo escoger ninguna, el repertorio es tan amplio, todas tienen algo bonito, agradable, interesante… Es como un arco iris. ¿Qué color del arco iris le gusta más?
Quizá el azul, pero un solo color sería triste.
Exacto, uno al lado del otro es un conjunto precioso. Si no existieran los colores, que monotonía habría en el mundo. Pasa lo mismo con la música, con el ballet, con la vida, debemos tener variedad.
La directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso. (EFE)
Alicia Alonso asegura que para ella el ballet 'Giselle' es el "ballet romántico por excelencia".
Dokumentuaren akzioak