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Más pasos de baile en Euskadi
Educación abre una reflexión sobre la enseñanza reglada de danza, mientras el sector se queja del vacío existente
"Es una necesidad urgente. Luego, que a nivel superior haya sólo un centro en Euskadi, me parece bien", comenta el director de la asociación guipuzcoana Dantzaz, volcada en acercar la danza al público. "Lo ideal sería una enseñanza reglada desde el grado elemental en los tres territorios", pero "como mínimo" es precisa "de los 14 a los 18 años", apunta la presidenta de la Asociación de Profesionales de Danza de Guipúzcoa, Coral López-Castellanos.
Educación no tiene de momento previsto responder a estas peticiones. Entiende que la demanda "no da para más de la oferta" del Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela de Vitoria, señala Guzmán Aranaga, técnico del servicio de enseñanzas artísticas. El centro alavés, donde estudian alrededor de un centenar de alumunos, cuenta con una subvención del Gobierno vasco que este año ronda los 162.000 euros.
Ahora bien, el departamento encabezado por Tontxu Campos considera que "ha llegado el momento de hacerse una seria reflexión" sobre este asunto, máxime cuando Euskadi va a contar con un Centro Superior de Artes Escénicas, según adelanta Aranaga. Educación ya ha elaborado "algún documento" y prevé extender pronto el debate a los docentes, profesionales y demás personas vinculadas a la danza.
Aranaga recuerda, en cualquier caso, que la LOE no obliga a los responsables de Educación a ofertar el grado elemental reglado de danza. Sí el medio, que se ofrece sólo en Vitoria. En el resto de los territorios, la danza se enseña en centros privados o municipales no reglados.
"Creo que demanda existe. Que luego los chavales se quieran dedicar de forma profesional a la danza es otra cosa. Saberlo es complicado", comenta López-Castellanos. Y resalta que la existencia sólo del centro José Uruñuela obliga a los estudiantes a salir de casa a una edad "demasiado" temprana o a trasladarse cada vez que tienen clase a Vitoria, con lo que conlleva de "paliza" y "gasto".
"Es necesaria una buena estructura educativa", abunda Begoña Abad, portavoz de la Asociación Bilbao Ballet Elkartea, que impulsa actuaciones en la capital vizcaína de bailarines vascos que trabajan en el extranjero. Esta asociación reclama precisamente la creación de una compañía de danza, que respondería a los profesionales que se quejan de las escasas posibilidades laborales en Euskadi.
Con el Ballet Biarritz
Dantzaz Elkartez nació en 2002 con el objetivo de acercar la danza al público mediante talleres, conferencias y otras actividades. "Se trata de hacer todo lo que podamos para impulsar el gusto por esta disciplina y que el público acceda a verla", subraya su director, Filgi Claverie. Bajo esta filosofía, impulsó hace tres años la formación del Ballet Biarritz Junior, un proyecto para el que cuenta con la colaboración del Ballet Biarritz como socio artístico y el apoyo económico del Gobierno vasco, la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastián.
La joven compañía cumple un doble papel. Ese de acercar la danza a los espectadores protagonizando cuantas funciones puede, pero, además, es un espacio para la profesionalización de los jóvenes bailarines una vez terminada su formación. "Muchas veces saben muy bien la técnica, pero les falta ser buenos profesionales", apunta Claverie.
La vinculación del Ballet Biarritz con San Sebastián va más allá. La compañía tiene acordada con el Teatro Victoria Eugenia, dependiente de Donostia Kultura, una colaboración que abarca la producción, la exhibición y la divulgación y que empieza poco a poco a dar sus primeros pasos. El próximo 24 de mayo, el remozado teatro acogerá el estreno de la primera coproducción entre ambas entidades: El amor brujo.
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