El bailarín lesakarra Martxel Rodríguez presentó este viernes en el Museo de Navarra su nuevo proyecto de videocreación, Esquicio, que ha desarrollado en colaboración con Ana Escario y Adela Moreno de El Estudio, al recibir el premio Promoción al Talento Artístico 2021 y que llega ahora como resultado del trabajo colaborativo con el Departamento de Cultura. En el acto participaron el propio Rodríguez y Rebeca Esnaola, consejera de Cultura y Deporte. 

Se trata de un proyecto de videodanza, con el que Rodríguez y su compañero Jon López, integrantes de la compañía de danza Led Silhouette, debutan en el mundo audiovisual tras una próspera carrera en el mundo de la danza. 

En Esquicio, sinónimo de boceto, “hay preguntas que no han sido respondidas en siglos y por eso se lanzan a su respuesta con una mirada contemporánea, actual e innovadora”, afirmó Esnaola, resaltando la “sensibilidad” que caracteriza los trabajos de Rodríguez. “La danza necesita de proyectos de visibilización, cooperación y apoyo como este, y creemos que se ha obtenido un resultado de alta calidad”, manifestó la consejera. 

Para Rodríguez ha supuesto un reto llevar a cabo su primer trabajo audiovisual, pero también “un aprendizaje, una prueba o un boceto”, ya que crear para que sea grabado y editado para que se vea a posteriori en la pantalla es muy diferente a crear para representarlo en vivo y en directo. 

“Nos interesaba mucho ver cómo dialogan los cuerpos vivos en movimiento con lugares emblemáticos”

Martxel Rodríguez - Bailarín

“Nosotros entendemos el cuerpo como un contenedor de información, de vivencias, de linaje, y nos interesaba mucho poner estos cuerpos en movimiento en lugares emblemáticos en los que se custodia información, documentación y obras, para ver cómo dialogaban los cuerpos vivos con objetos, documentos u obras de arte”, relató Rodríguez.  

Y es que Esquicio, un vídeo de ocho minutos de duración que ya está disponible en las redes del Gobierno de Navarra, se ha rodado en varios edificios emblemáticos del ámbito cultural de Navarra, como son el Museo de Navarra, el Archivo Real y General de Navarra, el Archivo Contemporáneo, el almacén de Arqueología y el edificio del INAP, en concreto el patio isabelino y la Sala Pío Baroja.

“Queríamos sacar las tripas de estos edificios, esos lugares que no se ven, que la gente no suele visitar y en los que los cuerpos vivos no suelen entrar”, explicó, que con su proyecto ha llenado de danza estos espacios que son refugio y depósito de la historia pasada, presente y futura. 

“Al entrar y bailar allí, sentíamos en el cuerpo la potencia simbólica de estos lugares y esa conexión con estos edificios que guardan tanto, ya que gracias a toda esa información somos quienes somos y bailamos como bailamos”, apuntóRodríguez sobre esos lugares tan “cuidados” por los que fueron “engullidos” para bailar entre documentos y obras de arte que les daban “mucho respeto” pero a su vez “daban mucho sentido al proyecto”.  

El reto de la tridimensionalidad

Respecto al formato, tan innovador para Led Silhouette, Rodríguez afirmó que tenían “ganas de probar nuevos soportes y nuevas formas de crear con el cuerpo”, si bien explorar este nuevo formato les resultó un tanto complejo a la hora de ir al estudio y tener en mente siempre “esa visión de la grabación para poder desarrollar la tensión y el ritmo dramatúrgico de la pieza” acordándose siempre de que era para el vídeo. 

“Ha sido un reto romper con lo acostumbrado y añadir la tridimensionalidad, trabajar la coreografía sabiendo que sería grabada y hacer ver a todos los bailarines que no era un plano secuencia”, relató el bailarín. Sin embargo, admitió que en la edición existe la posibilidad de trabajar “hacia la idea que se quiere transmitir o hacia las preguntas que se quieren trasladar”, algo que han realizado con éxito en este vídeo en el que los cuerpos humanos conviven en el mismo espacio con archivadores, estanterías, piezas de museo u obras de arte. 

Aparte del principal resultado del premio, los bailarines se plantean llevar a cabo una versión más extendida para aprovechar todo el material grabado, dándole otro tipo de trayectoria en posibles certámenes o festivales de videodanza.