Magia flamenca

Crítica, Sara Baras

Con sus seis representaciones en Bilbao, Sara Baras despide definitivamente su obra 'Sueños', creada en 1999 y que precedió a otros dos triunfos suyos: Juana la Loca y Mariana Pineda. En los años de la vida de 'Sueños' no ha perdido vigencia artística. Es más: desde que lo presentó en el Kursaal de San Sebastián en agosto de 2000, 'Sueños' ha ganado en fuerza. Algunos cambios, no excesivos, han servido para que esta pieza coreográfica llegue hoy al público con su irresistible atracción de flamenco puro, aunque renovado.



Aparentemente sencillo en lo escénico, contiene el ímpetu de una realidad flamenca arrancada de los sueños. Varios palos de flamenco, sin argumentación, componen una sucesión de danza que progresa hasta un apoteósico fin de fiesta. Una 'Soleá por bulerías', compartida con José Serrano, artista invitado, una 'Farruca' y finalmente una 'Soleá' son la cúspide de una actuación que muestra a la artista gaditana en un momento esplendente. Ahí están esos pies de movimientos estremecedor; esos brazos que rubrican la furia danzante; unas manos de grácil belleza. En el éxito grande de Sara Baras, el mayor obtenido en Bilbao, colaboran eficazmente, además de Serrano, los seis componentes del buen cuerpo de baile y otros tantos músicos que mantienen entusiásticamente las casi dos horas de magia flamenca.