Lugaritz acoge 'El cielo de los tristes', una obra que mezcla teatro, danza y música

Y añaden: «Para atravesar este enigmático estadio y aterrizar en una mente felizmente desierta, no conviene ser o no ser, ni desear o no. Allí, trascender se convierte en no esperar nada. Entre la espera y la esperanza pasa todo». Molinero y Climent forman la compañía Los Corderos. La función se estrenó en noviembre de 2011 en el Festival Temporada Alta, de Girona, y consiguió el premio al mejor espectáculo del III Cenit, Certamen de Nuevos Investigadores Teatrales de Sevilla.

Hoy a las ocho de la tarde y mañana a las siete y media, se puede ver en el escenario de Lugaritz esta obra sobre la que sus dos creadores, directores e intérpretes han escrito que en ella «nada de hipótesis, nada de conjeturas. Terapia o muerte. Inmolación pseudo-psico-filosófica a la caza de razones para seguir siguiendo. ¿Acaso no hay otro modo para entender la existencia que no sea existir?». Añaden que es «una migración exaltada hacia los suburbios mentales que nos desequilibran para así poder tomar inconsciencia. Un lugar en el que renovarse o morir». Teatro que mezcla la palabra con danza, gestualidad, música y una plástica de gran presencia.