Dokumentuaren akzioak
Lucía Lacarra se rodea de amigos en una gala ideada para Bilbo
Lucía Lacarra vio su primer espectáculo de danza en el Teatro de Arriaga de Bilbo. Bailaba Víctor Ullate, con quien trabajaría años después. No es, pues, extraño que sea para ella un lugar especial, tal y como reconoció ayer en la presentación de la gala que tendrá lugar esta tarde en este auditorio.
«Para mí es emocionante bailar en un teatro como éste y poder hacerlo en casa», afirmó la hoy primera bailarina de la Ópera de Munich, acostumbrada a actuar «para un público desconocido». Lamentó que su agenda no le permita venir a Euskal Herria más a menudo y para compensarlo intervendrá en una gala con una duración algo mayor a la habitual.
Prometió un programa variado, para todos los gustos y no demasiado extenso. Un repertorio que lleva el título ``Soirée. La pasión por la danza''.
La artista zumaiarra bailará con su partenaire, Cyril Pierre, cuatro de las piezas con las que más disfrutan sobre el escenario. «Cuando nos dan a elegir solemos elegir éstas porque nos siguen emocionando», sentimiento que, a su vez, desea transmitir al público.
Apertura con «Romeo y Julieta»
La pareja abrirá y cerrará las dos partes del programa. Bailarán ``Romeo y Julieta'', ``Light Rain'' -una pieza muy acrobática que se representa poco-, ``Adagio for Strings'' y ``La dama de las Camelias'', con coreografías de John Cranko, Gerald Arpino, Gerard Bohbot y John Neumeier, respectivamente.
El resto de bailarines que intervendrán en la gala son artistas «con quienes compartimos la pasión por la danza», subrayó ayer Lucía Lacarra.
Corinne Verdeil y Marcin Krajewski son dos bailarines procedentes de Berlín con los que Lacarra y Pierre han bailado en distintas ocasiones en escenarios alemanes.
Antonio Márquez es, en opinión de Lucía Lacarra, «el mejor bailarín de flamenco que existe; es difícil encontrar gente tan sensible y humana» señaló ayer.
La tercera pareja que veremos en el Teatro Arriaga es la formada por Altan Dugaraa y Ganchimeg Chojilsuren. Se trata de dos artistas de Mongolia con quienes Lacarra y Pierre han coincidido en Tokio.
«Con todos ellos compartimos una misma forma de ver la danza», dijo Lacarra, pero, además, existe entre ellos un vínculo de amistad, algo que según dijo no es fácil hallar en el mundo de la danza «porque es muy competitivo; puedes confiar plenamente en muy pocas personas», lamentó.
Lucía Lacarra llega a Bilbo cuando vive uno de sus mejores momentos dentro de su carrera artística. La gran figura vasca cuenta en su haber con premios tan importantes como el Prix Nijinsky -un galardón equivalente al Oscar del cine- y el Benois de la Danse del Teatro Bolshoi de Moscú, sin olvidar su reciente actuación como bailarina estrella en el Concierto de Año Nuevo.
Dokumentuaren akzioak