Los sudores de la danza

Una veintena de bailarines sudaban durante la mañana de ayer en una de las aulas de Arteleku mientras intentaban asimilar las enseñanzas del profesor Rodolfo Castellano. Eran los miembros de una de las clases que durante cinco días imparte este cubano dentro de los cursos que organiza la Asociación de Profesionales de la Danza. Como cada año, la demanda ha sido importante, «aunque en Semana Santa siempre baja un poco respecto a Navidad porque se suelen marchar más de vacaciones».



Tres bailarinas de afinado cuerpo y con edades comprendidas entre los 14 y 16 años esperaban su turno para entrar en la clase, «con muchas agujetas de días anteriores porque este profesor nos da mucha caña». Son Adriana Castro, Irma Hoffren y Leire Asensio. Comenzaron con 3, 5 y 7 años respectivamente en esto de ponerse de puntas y en plié, y aseguran que lo suyo es afición «pura y dura» y por eso no les importa dedicar todas las semanas de sus vacaciones a seguir bailando. Lo hacen desde que eran pequeñas y empezaron en un cursillo de iniciación.



Pero son conscientes de que ese amor a la danza clásica, especialidad que ellas practican, sólo se va a quedar en eso, «en una pasión». La razón: «Tienes que ser única para sobresalir, además te tienes que marchar fuera para poder seguir estudiando cuando eres muy joven y por lo general a los padres no les hace mucha gracia». Creen que «más fácil lo tienen los chicos porque como son muy pocos no tienen tanta competencia». La mayoría de estos alumnos masculinos procede de la euskal dan-tza donde han descubierto su afición.



Más espectáculos



De momento, estas jóvenes se conforman con «aprender mucho en cursos como éste, con un profesor que enseña técnicas distintas a las que aprendemos a diario en la academia». Como aficionadas, también reclaman más espectáculos de baile clásico. «Se puede ver algo de contemporáneo y jazz, pero nada de clásico. Las profesoras suelen organizar algún autobús a Biarritz para ver actuaciones, pero poco más».



El próximo 6 de mayo estarán, como cada año, en La Concha, junto a otros cuatrocientos compañeros, para efectuar una clase didáctica utilizando la barandilla de la playa como barra, ante la mirada de numerosos curiosos.



Katixa Perea y Pilar Zabala son presidenta y vicepresidenta de la Asociación de Profesionales de la Danza, entidad que tiene como objetivo «impulsar una disciplina que está algo olvidada» y que cuenta con cuarenta miembros. Ayer mostraban su satisfacción por el éxito de los cursos que concluyen hoy y que han atraído a un total de doscientos alumnos. «Cada año procuramos traer a profesores con un estilo distinto y así pueden adquirir unos conocimientos muchos más amplios». En esta ocasión el exponente de la escuela cubana Rodolfo Castellanos imparte clases de clásico, mientras que el catalán Francisco Lloveras se dedica al contemporáneo y al jazz. Los cursos se dividen en tres categorías y los alumnos más pequeños justo superan los 8 años.



La asociación está sumergida de lleno en la preparación de los actos que conmemorarán el Día de la Danza. «Esperamos que por lo menos durante unos días se hable del baile porque las instituciones realizan algún esfuerzo, pero sigue siendo muy escaso», comenta Pilar Zabala quien confirma que «cuando más alumnos nos vienen es cuando aparecen películas del estilo de Billy Elliot. Al final, son nuestra mejor publicidad».



El primer acto tendrá lugar el domingo de la semana que viene a las 12 del mediodía en el centro Leidor de Tolosa. Allí se celebrará la gala de la danza donde, además de leerse un comunicado, participarán bailarines vascos que en la actualidad están trabajando fuera. «Se crea muy buen ambiente porque prácticamente todos los asistentes tenemos las mismas inquietudes. Además, los bailarines suelen estar muy ilusionados por actuar en su casa», explica Perea.



Compañías jóvenes



Hasta este año, como la gala tenía lugar en un local más reducido, las entradas se repartían entre los alumnos. En esta ocasión, al tener más butacas se van a poner a la venta algunas entradas a un precio simbólico «para que aficionados también puedan disfrutar con nosotros». Entre las actuaciones cabe destacar las compañías de Carmen Rocha y de Juan Carlos Santamaría, centrados en la formación de jóvenes. También actuará una embajada del Ballet de Biarritz.



El sábado 5 de mayo se podrá contemplar en Lasarte-Oria la demostración de escuelas y academias de danza con la actuación de 25 grupos. Durante cinco minutos cada profesora podrá demostrar junto a sus alumnos sus composiciones. «Es una ocasión para que los bailarines que empiezan puedan actuar ante el público e ir perdiendo un poco el miedo escénico». Al día siguiente, si el tiempo lo permite, tendrán lugar los ejercicios en La Concha.