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Los paisajes de los pozos de La Arboleda seducen a los intérpretes de danza urbana
Los pozos de La Arboleda siempre han despertado la emoción de quienes los han contemplado y han servido de inspiración para todo tipo de artistas visuales y literarios y ahora también para los amantes de la danza. Tal vez por la enorme fuerza que transmiten las pozas artificiales Blondies, Ostión o Parkotxa y el denodado empeño de la naturaleza por devolver la vida a un paraje herido por la acción del hombre tras decenios de ardua extracción del mineral de hierro. Un contraste que llamó vivamente la atención del bailarín, coreógrafo y profesor de danza urbana Ethan López que eligió este escenario para desarrollar una oda plástica "a lo que se ha perdido y ya no se puede recuperar".
Foto: EyJ
"El paraje lo eligió Ethan con un amigo porque buscaban una ubicación en la naturaleza donde no hubiera mucha gente y en la que se pudiese transmitir un aire de soledad". Visitaron varios sitios pero este paraje de los lagos "nos pareció ideal porque además de estar en la naturaleza no se veía nada de civilización. Nos parecía como un escenario de cuento", comenta June Murugarren, la joven de 17 años, natural del barrio de Montellano en Galdames, que participó junto a Ethan López en este vídeo que cuenta como banda sonora con la canción Burned bay the love de Juke Ross.
"Lo que quiere trasmitir la coreografía es que en la vida cuando tu pierdes algo, sea un objeto, sea una persona, un lugar o un capricho, o lo que sea, lo pierdes y no lo puedes recuperar, es algo que quieres agarrar pero ya no existe, solo te queda el recuerdo", señala June, que retoma para significarlo la escena final del vídeo cuando el bailarín la intenta agarrar pero al final la pierde en el fondo del lago. "Fue una pequeña locura fruto de la motivación que tienes en esos momentos con el baile. El agua estaba asquerosa pero queda muy bien en el vídeo", reconoce Murugarren.
Un vídeo que en las redes sociales, sobre todo en Instagram (@b_girl_junity o @ethan_ldp) ha logrado cerca de 3.000 visualizaciones en las pocas semanas que lleva colgado el vídeo de apenas 1,41 minutos. "Estamos muy contentos con el resultado porque esta coreografía no quedaría igual en un escenario o en un entorno urbano como el que solemos utilizar", apunta esta joven bachiller de la rama sanitaria que lamenta no tener tiempo para hacer otras cosas. "Entre el bachiller y la danza queda poco tiempo para otras cosas", señala esta joven que quiere dedicarse en cuerpo y alma a sus estudios y a su pasión por la danza urbana, el break, el baile contemporáneo y el hip hop.
"No es fácil dedicarse a este mundo de la danza. Hay academias y gente que quiere bailar como para optar a ser profesor. Lo difícil es ser buen profesor y que la gente quiera venir a tus clases como pasa con Ethan que es un gran profesor que cuenta con muchos reconocimientos. Eso es lo más difícil", expone June. La joven cree que "gracias al nivel que tiene Ethan como coreógrafo los grupos de competición de break, urbano o hip hop que él entrena logramos muchos premios". June es sobrina del excantante y guitarrista de Sasoi Ilunak, Txuma Murugarren, y su propósito es "ser feliz, estar con mis amigos y vivir la vida a tope bailando y viajando por el mundo conociendo a gente que me aporte su granito de arena".
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