Los hombres vuelven a bailar

El año pasado no pudieron hacerlo por falta de efectivos. Bixente Ibarra, de 36 años, y Mikel Arrieta, de 30, eran los dos únicos hombres que se presentaron para bailar en el día de San Tiburtzio en Sunbilla. No eran suficientes para formar pareja con las mujeres. "Hemos tenido que esperar a este año para ver si se animaba algún chaval". Al final se apuntaron otros cuatro y terminaron siendo seis, ellos los mayores en un grupo en el que todos tienen entre 15 y 16 años. Menos ellos. Ya podían volver a bailar en la plaza el recuperado dantza luze. "Siempre es especial y muy bonito bailar en tu pueblo", decían.

Tras la misa en la Iglesia de San Juan Bautista y San Tiburcio de Sunbilla, oficiada por el párroco Mikel Biain Zanguitu, comenzaron las danzas. La corporación municipal, encabezada por Amets Inda Gorriaran (Bildu), alcaldesa de la localidad, recorrió el pasillo trazado por los dantzaris para ir hasta la plaza, donde a las 12 del mediodía también se desplazaron los cuatro gigantes al son de las gaitas. Un total de 26 dantzaris, entre niños y mayores, que fueron entonces el centro de atención. Tres txistus, dos gaitas, un tamboril, un tambor y una acordeón pusieron las notas musicales.

Los primeros en bailar fueron 12 jóvenes, 8 chicas y 4 chicos. Después les siguieron los niños y, más tarde, volvieron a bailar los primeros una jota tudelana. Después un paloteado. Los niños volvieron a salir después y cerraron la mañana de dantzas los mayores del grupo.

12 jóvenes fueron los primeros en bailar en las dantzas de Sunbilla. CALLEJA.