Los hermanos Parrondo revalidan el título

Quince parejas disputaron la final del Campeonato de Baile al Suelto de Segura en un ambiente enfervorizado

El estilo sobrio, elegante y ágil que cultivan los hermanos Parrondo y que lleva la marca de Juanito Sarriegi, su profesor, volvió a convencer al jurado del Campeonato de Baile al Suelto, cuya final se celebró ayer en el frontón Baratze de Segura. Aitor y Amaia, de 28 y de 24 años, se alzaron por segunda vez consecutiva con el primer premio. Es la tercera vez que la pareja gana el campeonato. Lo habían hecho por primera vez en 1996, cuando aún eran unos chavales.

El propio Aitor Parrondo declaraba tras finalizar el Campeonato de Baile al Suelto que no se las tenían todas consigo. «Hay una élite de tres o cuatro parejas que se reparten los campeonatos que se celebran a lo largo del verano. Nosotros, el pasado año, nos alzamos con el de Segura y otros tres o cuatro más, pero la pareja formada por Asier Ena y Maite Lazkano o los hermanos Azpitarte, que hoy (por ayer) han quedado segundos y terceros, también se llevaron otros tantos primeros premios. Por todo ello, porque sabíamos que la final iba a ser muy reñida, hemos introducido algunas novedades en la estructura del fandango. Hemos corrido ese riesgo y nos ha salido bien. El arin-arin no lo hemos tocado. Lo hemos bailado como el pasado año», declaró Aitor.

La interpretación del fandango y el arin-arin por parte de los hermanos Parrondo no sólo convenció al jurado sino también al público. Según nos comentó Josune Sarriegi, miembro del jurado este año, los hermanos Parrondo poseen un estilo depurado, su coordinación es perfecta y, además, le imprimen un sello personal y propio. «Pertenecen a la escuela de mi tío Juanito Sarriegi. Insistía mucho sobre la gracilidad. Bailan con las puntas de los pies. Es como si sólo rozaran el suelo», dijo. Aitor y Amaia Parrondo recogieron un sinfín de regalos y premios, entre ellos la escultura de Nestor Basterretxea y el pañuelo y la txapela que les acredita como campeones y estrecharon la mano de los cuatro solidarios con los presos que minutos antes habían ocupado el escenario con sus lemas a favor de la democracia y los presos. Este acto de protesta estuvo precedido por otro que se repite año tras año en la final del campeonato de Segura. Una veinte de personas habían salido portando fotografías de presos de la zona y una pancarta a favor de los presos enfermos y permanecieron en silencio frente al público que les aplaudió largamente.

Dicho acto recivindicativo marcó el intermedio de una final en la que compitieron 15 parejas, la mayoría guipuzcoanas, aunque también hubo representación de Nafarroa, Araba y Bizkaia, cuyas actuaciones fue muy celebradas.

Un publico que sabe tanto como el jurado

J.A.

SEGURA

Lo primero que impresiona en la final del campeonato de Segura es el fervor del público acude a la misma. Los dantzaris de anteriores generaciones que han ganado o participado en el campeonato celebran una comida en Astiria, un barrio de Segura, lo que les permite acudir en grupo a la actuación. Hay gritos de ánimo, bocinas, zambombas y hasta irrintzis, pero una vez que empieza la interpretación de la pareja se impone el silencio.

Ayer desfilaron por el escenario de Segura los azkoitiarras Eneritz Larrañaga y Ainhoa Juaristi; Ekain Sardon y Arantxa Garin; Xabier Azurmendi y Janire Urbieta; Xabier Segura y Lierni Martiarena; Eneko Gil y Nerea Vesga; Asier Ena y Maite Lazkano; Aitor Alava y Nagore Perez del Palomar (Araba); Aitzol Ena y Miren Illarreta; Alex Torre y Josune Fernandez; Aitor y Amaia Parrondo; los hermanos Azpitarte; Eneko Calle y Haizea Ormaetxea (Bizkaia), Iker Larunbe y Edurne Mata (Nafarroa); Mikel Mujika y Nagore Narbarte y Joseba Apaolaza e Irati Imaz.

Cabe destacarse la actuación de los representantes de Araba y Bizkaia. Los de Amurrio ofrecieron una exhibición de baile muy simple y popular, sin adornos y ni estilización que en ocasiones rozaba la comicidad o el humor. Los vizcainos hicieron un alarde de expresividad con un estilo más primitivo, aunque espectacular. La actuación de ambas parejas fue muy celebrada por el público congregado en el frontón Baratze, lo que demuestra que aprecia la variedad.