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Los ezpatadantzaris demostraron su clase

Los dantzaris del Aurrera de Leitza volvieron a emocionar a sus vecinos en el acto principal de las fiestas de San Tiburtzio

Puntuales como nunca, aparecieron los txistularis y danborileros a la plaza a las 12 del mediodía. Allí, desde hacía más de una media hora, cientos de vecinos esperaban la salida de los ezpatadantzaris de Leitza. Emoción, ilusión y nervios se mezclaban entre los espectadores que aguantaron los casi 30 grados de temperatura bajo un duro sol. Pero San Tiburtzio, patrón de la localidad, les brindó un buen día y sus vecinos quisieron devolverles el favor con una gran demostración de sus dantzaris.
Egilea
Elisa Belauntzaran
Komunikabidea
Diario Vasco
Tokia
Leitza
Mota
Albistea
Data
2013/08/12
Lotura
Diario Vasco

Al son de los txistus comenzaron a salir uno a uno los jóvenes leitzarras ataviados con su traje blanco y rojo, como manda la tradición. Miguel, Iker, Mikel, Beñat, Oihan, Joseba, Joanes y Jon eran los protagonistas de este año. Durante la actuación de los dantzaris del Aurrera, la emoción se mezclaba con los aplausos que los vecinos de Leitza y los visitantes quisieron brindarles, como muestra de apoyo y cariño.

Joseba Sagastibeltza es el más veterano del grupo de ezpatadantzaris y reconocía que «es un momento especial. Pasas muchos nervios antes de salir a la plaza, cuando llegas a ella y mientras bailas, pero cuando ves que hay tanta gente y aplauden tanto te sientes satisfecho». El leitzarra mostraba su emoción ya que «aunque todos los años bailamos los mismo bailes, la gente sigue acercándose a la plaza. Ser ezpata dantzari es algo especial para nosotros y ver a la gente tan emocionada se agradece».

Mientras Joseba hablaba con la prensa recibía las felicitaciones de antiguos ezpatadantzaris como Miguel Mari Elosegi que aseguraba que «ha sido una actuación muy buena».

Ilusión entre los primerizos

Junto a los veteranos se encontraba el más joven del grupo, Jon Iparragirre. Con tan sólo 17 años se estrenó en el acto principal de los dantzaris de Leitza. Jon se mostraba «muy contento. Tenía mucha ilusión de bailar y quería que saliera todo bien». Iparragirre ha ensayado «mucho las últimas semanas. Además como era la primera vez mis compañeros han estado encima mío, controlando todos los detalles para que saliera bien». «Aunque se repitan los bailes, y los sepamos de memoria siempre tienes la preocupación de que todo salga bien, de que todos lo hagamos bien», afirma Joseba.

Esa también es la mayor preocupación de cada una de las madres de los ocho dantzaris que salen el día de San Tiburtzio a la plaza. Además de tener todo listo para que sus hijos tengan el traje preparado horas antes del baile, se preocupan de que «la víspera no salgan demasiado. Además este año, era sábado, pero bueno eso tampoco tiene tanta importancia como el hecho de que estén bien para bailar ante tanta gente» reconocía la madre de Beñat.

Con las camisas empapadas tras la actuación, los dantzaris se refugiaron en el karrape (bajos del ayuntamiento) donde les esperaban las botellas de agua fresca. La fiesta continuó por la tarde en Leitza. El día del patrón, algunos leitzarras recordaban que la víspera «los encargados de lanzar el txupinazo no mencionaron al patrón», por eso, aseguraban que «vamos a disfrutar del día grande a las fiestas como nunca. Gora San Tiburtzio jaiak, gora Leitza!».

 

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